Un total de 299 estudiantes ciegos o con discapacidad visual de Castilla-La Mancha afrontan estos días el comienzo del curso escolar con el apoyo de los equipos de atención educativa de la ONCE, que garantizan su inclusión educativa y social. En la provincia de Cuenca, son 29 los alumnos que la organización ayuda.
Estos equipos específicos de atención educativa cuentan con maestros y maestras, tanto de la ONCE como de la Administración, especializados en discapacidad visual, que acuden a los centros educativos en los que se escolariza un alumno o alumna ciego o con baja visión para prestar su apoyo. Asimismo, forman a la comunidad educativa en materia de discapacidad visual, asesoran al profesorado e intervienen directamente con los estudiantes en aspectos vinculados a su discapacidad. En la actualidad hay más de 400 de estos profesionales repartidos en todas las comunidades autónomas, de ellos 19 en Castilla-La Mancha.
Además de por los docentes, los equipos específicos de atención educativa de la ONCE están formados por psicólogos, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación, instructores de tiflotecnología y braille, profesionales de la animación sociocultural o mediadores para el alumnado con sordoceguera, profesionales que contribuyen al desarrollo integral y la plena inclusión del alumnado desde un planteamiento multidisciplinar. Estos equipos trabajan tanto con los estudiantes como con sus familias, un pilar clave en la educación, según informa en una nota de prensa la organización.
Áreas de especial dificultad
Uno de los principales ámbitos de intervención de la ONCE en materia de educación es el apoyo en las áreas curriculares de especial dificultad. Se trata de materias que, por la dificultad que implica el acceso a sus contenidos o a sus recursos didácticos, deben ser abordadas de manera específica. Entre estas áreas destaca el aprendizaje de idiomas, cuya dificultad más evidente para los estudiantes con discapacidad visual es su carácter eminentemente visual (apoyo en ilustraciones, etc.). Esto implica la puesta en marcha de mecanismos como verbalizar todo lo que está ocurriendo y que llega por vía visual o generar materiales adaptados para que el alumnado pueda seguir las clases con normalidad. Además, la diferencia entre la pronunciación oral y la presentación gráfica de las palabras, así como la signografía braille específica en algunas de las lenguas, son otras de las características que deben ser abordadas.
Tramos educativos
Durante este curso 2024/2025, los 299 alumnos y alumnas ciegos y con discapacidad visual de Castilla-La Mancha se reparten, por nivel educativo, de la siguiente manera: 30 escolares participan en la Educación Infantil; 77 están escolarizados en Educación Primaria; 55 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 9 cursan Bachillerato; 22 se enfrentan a la Universidad; y 106 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
Por provincias, Toledo cuenta con 109 estudiantes, Ciudad Real con 78, Albacete con 56, Cuenca con 29 y Guadalajara con 27.