El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha presentado los resultados de la primera convocatoria de ayudas para proyectos piloto de comunidades energéticas (programa CE IMPLEMENTA), dirigida a proyectos de pequeño tamaño cuya inversión no supere el millón de euros. Se ha resuelto con un total de 45 proyectos beneficiarios, que contemplan más de 230 actuaciones en 14 comunidades autónomas y movilizarán una inversión de 14,7 millones de euros. Se trata de la primera convocatoria de ayudas a nivel estatal específica para comunidades energéticas, puesta en marcha para impulsar la innovación social y la participación ciudadana en renovables, eficiencia energética o movilidad eléctrica.
Entre estos proyectos se encuentra la comunidad energética de Fuente de Pedro Naharro, en Cuenca, una comunidad energética que generará energía eléctrica de origen renovable (solar fotovoltaica) con el objetivo de que, tanto los vecinos del municipio que decidan incorporarse a la iniciativa, como el propio gobierno local, puedan autoconsumir energía cuya generación esté libre de emisiones, al tiempo que se fomenta la economía social.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha presentado los resultados en un acto organizado conjuntamente con la Diputación de Barcelona en Can Serra, sede de la institución provincial. Allí, mediante una intervención telemática, ha puesto en valor el carácter participativo e integrador de las comunidades energéticas. Como muestra, los 45 proyectos beneficiarios involucran a más de 2.600 actores y el 85% tiene exclusivamente como socios a personas físicas, pymes o entidades locales, lo que, según Aagesen, “nos da una idea de la enorme capacidad de las comunidades energéticas para movilizar a la ciudadanía y convertirla en un actor protagonista de la transición energética”.
Asimismo, el 16% de los proyectos busca abordar la pobreza energética a través de la inclusión de consumidores vulnerables entre sus socios y casi la mitad (42%) presenta planes de igualdad de género como parte de su gobernanza, con el fin de lograr una representación equilibrada entre mujeres y hombres.
COMPROMISO CON EL TERRITORIO Y EL RETO DEMOGRÁFICO
En el acto también ha participado Joan Groizard, director general del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE). Ha destacado que “más de la mitad de los proyectos seleccionados se desarrolla total o parcialmente en municipios de reto demográfico, lo que contribuye a alcanzar los objetivos de cohesión territorial y lucha contra la despoblación que sustentan la política energética de España”. La mayoría de los proyectos tienen un fuerte arraigo con el territorio, ya que el 87% de los casos tiene a sus socios en un radio máximo de 25 km de la comunidad energética. De esta forma, los beneficios medioambientales, económicos y sociales que aportan revertirán de manera directa en el entorno.
En cuanto a la distribución territorial de los proyectos, destaca la capilaridad territorial de la convocatoria, ya que se contabilizan actuaciones en catorce comunidades autónomas. La mayor parte se sitúa en Cataluña (22%), seguida del País Vasco (18%), Andalucía (9%), Aragón (7%), la comunidad foral de Navarra (7%), Castilla la Mancha (7%) y Castilla y León (7%).
Comunidad Autónoma | Número de comunidades energéticas subvencionadas |
ANDALUCÍA | 4 |
ARAGÓN | 3 |
CANARIAS | 1 |
CANTABRIA | 1 |
CASTILLA Y LEÓN | 3 |
CASTILLA-LA MANCHA | 3 |
CATALUÑA | 10 |
COMUNIDAD DE MADRID | 2 |
COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA | 3 |
COMUNITAT VALENCIANA | 2 |
EXTREMADURA | 1 |
GALICIA | 2 |
ILLES BALEARS | 2 |
PAÍS VASCO | 8 |
45 |
PROYECTOS MULTICOMPONENTE
Las propuestas presentadas han respondido a las demandas de la convocatoria, que buscaba proyectos en cinco tipologías de actuación y priorizaba aquellos que combinasen varías. En este sentido, más de la mitad de los seleccionados son multicomponente, con actuaciones que incluyen al menos dos tipos de tecnología, lo que contribuye a adoptar soluciones en sectores más difíciles de descarbonizar.
Predominan proyectos relacionados con energías renovables eléctricas, movilidad sostenible y gestión de la demanda, aunque también se han presentado iniciativas vinculadas a las energías renovables térmicas -como dos instalaciones de aerotermia en Cataluña-, y de eficiencia energética, para la mejora de la envolvente térmica en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla la Mancha.
En cuanto a la gestión de la demanda, se han seleccionado 14 ideas innovadoras en 12 comunidades autónomas que permitirán, por ejemplo, monitorizar la generación y los consumos de energía a través de web o app móvil para autoconsumo colectivo, o el desarrollo de baterías innovadoras en Navarra y la Comunitat Valenciana. En materia de movilidad, destacan 25 proyectos en 10 autonomías, en su mayoría relacionados con las infraestructuras de recarga.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) es el encargado de gestionar estas ayudas, otorgadas en régimen de concurrencia competitiva, que cubren hasta el 60 % de los costes subvencionables del proyecto. En la valoración de los expedientes se ha tenido en cuenta el carácter multi-componente e innovador de los proyectos, su impacto social y de género, la inclusión de consumidores vulnerables como socios o miembros y su localización en municipios de Reto Demográfico y Transición Justa.
ÉXITO DE LAS CONVOCATORIAS
El programa CE-IMPLEMENTA, dotado inicialmente con 40 millones de euros, aspiraba a impulsar más de 40 iniciativas innovadoras de comunidades energéticas a través de dos convocatorias. Solo en la primera, financiada con 10 millones, se han recibido 60 solicitudes y se han seleccionado 45 proyectos, con una ayuda de 7,7 millones. Se complementarán con los beneficiarios de la segunda convocatoria, dirigida a aquellos proyectos que superen el millón de euros de inversión y cuyos resultados se están analizando. En esta segunda línea, dotada con 30 millones, se han recibido solicitudes por más de 55 millones, lo que confirma el creciente interés por el desarrollo de las comunidades energéticas en España.
“Hemos querido empezar por la convocatoria de proyectos de pequeño tamaño en línea con lo que venimos haciendo en el Plan de Recuperación”, ha declarado Aagesen, que ha recordado que las primeras líneas de ayudas puestas en marcha con los fondos Next Generation EU, como el programa Moves III para el fomento de la movilidad eléctrica o los incentivos al Autoconsumo, Almacenamiento y Climatización, priorizan a familias, pymes y autónomos.
La línea CE-IMPLEMENTA forma parte del paquete de ayudas a las comunidades energéticas, dotado con 100 millones e integrado en el componente 7 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia “Despliegue e integración de energías renovables”. Asimismo, forma parte del PERTE-ERHA, que movilizará una inversión superior a los 16.300 millones para reforzar el liderazgo de España en el campo de las energías limpias.
ENERGÍA VERDE, PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y RETO DEMOGRÁFICO
Las comunidades energéticas se constituyen para impulsar y facilitar la participación activa de los consumidores en el sistema energético y mejorar la gestión de la energía mediante una gobernanza basada en la participación abierta y voluntaria de sus miembros, más que priorizar la rentabilidad financiera. Las personas que forman parte de ellas son productoras y consumidoras de su propia energía limpia, lo que redunda en una mayor democratización del sistema energético y un importante ahorro para el consumidor final.
Su impacto va más allá del sector energético, pues ayudan en la lucha contra el cambio climático y la pobreza energética y promueven mejoras sociales en la comunidad. Por ello, son una figura especialmente interesante para los municipios de reto demográfico, ya que, al estar cercanas al territorio, conocen sus puntos sensibles y las ventajas que pueden ofrecer, al tiempo que ayudan a dinamizar la actividad local, generar empleo y fijar población.
En cuanto a su constitución, pueden ser agrupaciones o cooperativas existentes, que entran en el ámbito energético, o nuevas creadas para ese fin. También proyectos colectivos, desde agrupaciones ciudadanas que promueven un pequeño parque solar o eólico a las afueras de un municipio a otros más integrales que combinen distintas tecnologías.