María del Carmen Palomares Aguirre es, desde junio de este año, la presidenta provincial de Cruz Roja en Cuenca. Desde 2019 ocupaba el puesto de vicepresidencia y desde 2021 es representante provincial de la Plataforma del Tercer Sector. También es doctora en Filosofía y en Ciencias de la Educación, catedrática en Educación Secundaria y ejerció como profesora en la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad de Castilla-La Mancha.
¿Cuánto tiempo lleva en Cruz Roja?
En el periodo pasado ya estuve de vicepresidenta con Pedro Roca como presidente. Llevo colaborando de forma directa desde que dejé mi actividad profesional unos seis u ocho años, porque antes fui directora del IES Alfonso VIII durante doce años. En cuanto me jubilé me llamaron y, claro, ¿quién le dice que no a Cruz Roja? Como vicepresidenta he estado en temas de formación y medio ambiente. Pero, colaborando con Cruz Roja toda la vida como socia.
Después de tanto tiempo ¿se ve preparada para el puesto?
La verdad es que Cruz Roja es una institución compleja, pero es fácil de estar aquí porque trabajamos todos en equipo. Técnicos, voluntarios… eso da una flexibilidad, una rapidez y una aportación de ideas al estar en contacto con la gente muy importante. Entonces, es fácil trabajar en Cruz Roja, aunque estamos aprendiendo continuamente. Porque es una institución compleja, tiene muchas áreas de trabajo, algunas de ellas transversales. Voluntariado, formación, vulnerabilidad, salud, medio ambiente… Si lo ves, todas las planificaciones hay que hacerlas desde un concepto global de lo que es Cruz Roja. Y lo que es atender a las personas, mejorar y cambiar la vida de las personas que más lo necesitan. Ese es el objetivo fundamental que tiene Cruz Roja.
¿Cómo cómo definiría el tiempo que ha estado Pedro Roca en la presidencia?
Pues para mí ha sido un tiempo de aprendizaje y de estar con él. No me ha dado consejos, porque esta casa necesita adaptación continua. Con él he estado fenomenal, aprendiendo y empapándome de lo que es Cruz Roja en las áreas de formación y medio ambiente. Ahora como presidenta, es ampliar mucho más el campo de visión de esta casa. La aportación y el tiempo de vicepresidenta me han dado bases sólidas para poder hacer y tener ahora esta capacidad.
Y, por último sobre este tema, ¿qué ha aprendido de él?
He cogido su implicación total con esta entidad y luego sus conocimientos, su manera de ser y estar y de atender a las personas. Eso es algo que en Cruz Roja es una marca de la casa. Estamos siempre a disposición de los demás y eso en estos años que he estado de vicepresidenta lo he visto en todos: en los técnicos, en los voluntarios, y, especialmente, en Pedro. Yo estoy en esta casa desde que, el que era en aquel momento secretario, que ahora es el presidente de Cuenca a nivel local, Agustín Carretero, y también por Pedro, me llamaron y dijeron que querían contar conmigo para para estar aquí. Lo que he aprendido pues está de la mano de ellos en estos cuatro años que he estado de vicepresidenta en todo, no te podría destacar una cosa más que otra. Es aprender a estar en esta casa al servicio de los locales que tenemos en Cuenca y de todas las áreas que trabajamos en Cruz Roja.
«La soledad es la epidemia invisible y silenciosa del siglo XXI»
Cuénteme un poco más sobre la Plataforma de Voluntariado.
Ahora el 19 de diciembre va a hacer un año de su constitución. Estamos empezando a funcionar. He estado en todos los actos colaborando con la mesa del Tercer Sector, colaborando con la Plataforma estatal que, desde el minuto uno, nos han invitado a todos los actos, asambleas y formaciones. Solo quedábamos dos o tres autonomías sin tener Plataforma autonómica del Voluntariado. Navarra, Castilla-La Mancha y alguna otra. El resto hace casi 20 años que llevan funcionando como plataforma. Cruz Roja, además, está siendo ahora -y yo con ella- su presidenta, o sea que fíjate hasta qué punto nos interesa en esta casa el tema del voluntariado, de las personas que dan su tiempo, su espacio y sus conocimientos para mejorar la vida de otras personas.
La idea es aunar todas las entidades alrededor de una plataforma para que en momentos decisivos y en momentos no decisivos pongamos en valor la figura del voluntario, hacer formación desde la dignidad y el respeto que tenemos a los voluntarios y facilitar a nivel de gestión todo el voluntariado regional. Porque las entidades son muy diferentes, pero todas tienen cabida en la Plataforma. Estamos sensibilizando a la región sobre nuestra postura y nuestra intención es hacer una celebración el Día Internacional del Voluntariado el 5 de diciembre en Toledo, por su carácter autonómico.
Castilla-La Mancha es una región muy solidaria, pero nos estamos acostumbrando a que la solidaridad la manifestamos en base a necesidades puntuales o a causas que nos vienen dadas. Estoy hablando de catástrofes medioambientales, lluvias, terremotos, guerras como la que hemos tenido Ucrania y ahora el conflicto que tenemos… Pero tanto la región como Cuenca somos muy solidarios.
¿Hay algún dato que lo confirme?
Mira, por ejemplo en Cruz Roja en 2022 atendimos alrededor de unas 13.000 personas con casi 3.000 voluntarios que tenemos en la provincia. Voluntarios que ayudan desinteresadamente y que están muy implicados en las tareas que llevamos con estas personas. Medio ambiente, soledad no deseada, la propia formación para ser mejor en las causas que ellos están defendiendo… Y a nivel de Castilla-La Mancha, hay más de 140.000 voluntarios. Eso da idea de las personas que están dispuestas a hacer algo por mejorar la vida de los demás. vale?
En marzo de este año se celebró la Asamblea General de Cruz Roja, estableciendo las líneas de actuación para los cuatro próximos años. ¿Cuáles son esas líneas?
A finales de julio tuvimos una reunión del Comité Nacional en el que la nueva presidenta, María del Mar Pageo, nos lanzó las cuatro líneas estratégicas para toda España. La primera es la de las personas, la que nos hace trabajar con personas desde todas las áreas y dirigirnos y centrarnos en ellas: salud, juventud, mayores, formación, vulnerabilidad, inmigración…
La segunda línea estratégica es la que tiene que ver con las causas: para qué está Cruz Roja, en qué quiere trabajar. Ahí está el Medio Ambiente, ayuda de socorros y emergencias, ayudas a nivel social en lo que vaya surgiendo…
La tercera línea es la de la base social, que formamos parte de una sociedad, que todo lo hacemos compartido. Que tenemos necesidad y somos complementarios en algunas cosas a las instituciones y a las administraciones, pero somos base social organizada con unos objetivos de humanidad, de neutralidad, de voluntariado y de ayuda.
Y la cuarta línea estratégica, como no puede ser de otro modo, sería la de transformación e innovación. Cruz Roja camina con las personas, se pone al día en todos los temas a nivel de digitalización, de acompañamiento, de habilidades… Es decir, estamos también haciendo investigación para adaptarnos a esa transformación que vemos en nuestra sociedad y sobre todo en los territorios.
¿Cómo se va a desarrollar este programa de actuación a nivel provincial?
A nivel provincial, vamos a intentar seguir con todas estas líneas, pero esforzándonos en la singularidad que tiene Cuenca, que es la dispersión geográfica, la ruralidad y la cantidad de personas mayores. Este próximo año queremos dedicarnos a tres puntos especiales: el medio ambiente, que ya estamos trabajando en ello a nivel nacional, de cómo compensar la huella de carbono, todo lo que gastamos en luz compensarlo poniendo árboles, promoviendo comportamientos más sostenibles, participando en la agenda 2030 -a la que también represento-, trabajando sobre residuos y pobrezas y pobreza energética… es uno de los temas que más le interesa a la juventud.
El otro punto que queremos desarrollar a nivel provincial es el del voluntariado, hay que reconocer la importancia de hacer voluntariado. Los voluntarios y los socios son el alma de Cruz Roja y, en ese sentido, queremos tener un voluntariado cada vez más formado y más preparado para la ayuda que tiene que dar a esas personas que lo necesitan. Nos adaptamos a sus motivaciones, a sus intereses y a sus tiempos. Es más, estamos hablando con diferentes instituciones, como con el Ayuntamiento y con la Delegación de la Junta, para hacer una concentración de voluntarios a nivel provincial en primavera, para facilitar a los jóvenes una formación complementaria a la que ya tienen, enseñarles otra manera de ver el mundo desde la empatía, las habilidades sociales y desde formación para lo que ellos quieran desarrollar.
Y el tercer punto, importantísimo, el tema de la soledad en jóvenes y en mayores. Parece que solo nos acordamos de la soledad para los mayores, que sí, hay un 10% que tiene soledad no deseada, pero hay un 22% de jóvenes entre 16 y 26 años que tienen un un aislamiento involuntario. Es decir, están rodeados de personas, de redes, pero se sienten solos. Eso también nos preocupa.
«En Cruz Roja no nos detiene nada. Cuando uno pide para otras personas que lo necesitan, lo sigue haciendo»
En el voluntariado ha hablado de formación. ¿Qué tipo de formación necesita el voluntariado?
Desde el primer momento necesita conocer la institución. A todas las personas que vienen a esta casa se les hace una formación de base para que sea consciente de qué hace Cruz Roja, en qué área nos movemos, quiénes somos, qué queremos y qué esperamos de los voluntarios. Hay un código ético que es importante. Pero también, todos nuestros voluntarios tienen un seguro, por si les pasa algo cuando se mueven en vehículos o tienen alguna actividad. Nosotros cuidamos a nuestros voluntarios, hay una responsabilidad en relación con ellos. Después, cada área desde la plataforma virtual, que es impresionante, hay multitud de cursos donde uno se puede meter a especializarse en determinados temas: medio ambiente, sanidad porque quieren apoyar el socorro de emergencia, formación para ayudar al desempleo de las personas más vulnerables… Pueden ser todas las áreas. Procuramos combinar metodologías online y presencial. Y, además, los propios voluntarios nos van diciendo sobre qué cosas necesitan formación: necesitamos gestión de grupos, o control emocional porque es importante al trabajar con personas, un curso de buen trato… También hacemos convivencias en función de las áreas. Nos interesa mucho que el voluntariado tenga esa formación y esa sensibilidad para atender a otras personas
También hablaba de la propuesta de reunión de voluntariados en primavera.
Sí, queremos hacerlo. Como todas las actividades, está pendiente de financiación. Esperamos, porque es un tema importante que tengamos la complicidad de las instituciones. Sabemos que están interesados y el tema no es solo por el voluntariado, sino también por los valores que da a las personas el ser voluntario y la satisfacción personal. En algunos jóvenes el hacer voluntariado genera autoestima, adquieren habilidades sociales, se forman en determinados contenidos, es decir, capacita a las personas en otros temas que a nivel social, a nivel de base social, son importantes para transformar nuestra sociedad de una manera más justa y más igualitaria.
Hablaba también de la soledad en los jóvenes. ¿Qué tipo de actuaciones, ya no solo relacionadas con la soledad, se llevan a cabo con la juventud?
Los jóvenes es que son impresionantes. Cruz Roja Juventud tiene su propio sistema de participación y de elección. Participan en asambleas, hacen apoyo a jóvenes en situación de riesgo, tienen sus propias convivencias… Yo estuve este verano en Talayuelas en una convivencia de jóvenes a nivel nacional con más de 200 personas. Tenían sus reuniones de trabajo todas las mañanas con sus directores provinciales. En Cuenca, nuestra representante, Blanca, tiene 18 o 19 años. ¿Qué quieres que te diga? Los propios jóvenes generan y distribuyen programas y proyectos, con su parte de teoría y dónde quieren hacerla. Eso da vitalidad a Cruz Roja. Hacen concursos de fotografía, enseñamos temas de igualdad de género en colegios, participamos en la asambleas, a nivel interno nos organizamos y tienen una relación muy directa con las personas que estamos en las presidencias. Desde jóvenes empezamos a dejar de pensar en uno mismo para empezar a pensar en los otros. Y yo creo que ese es un esfuerzo de reflexión que hace falta entre nuestros jóvenes, porque nos vienen tiempos complicados.
En cuanto a la soledad en mayores, entiendo que está relacionado con lo que ha mencionado de la despoblación. Es más, hace unos días sabíamos que Diputación aportará 35.000 euros para apoyar al voluntariado que va a pueblos pequeños. ¿Qué necesidades tiene la España Despoblada en la provincia?
En este momento, en Cuenca Cruz Roja ha hecho un desembolso importante de fondos propios, junto con lo que ha aportado Diputación, para el programa de Apoyo a la España Despoblada. No solo a las localidades que son pequeñas, pues hay localidades de mil y pico habitantes que necesitan muchas cosas y en las que también estamos con sedes o con puntos de intervención, pero tenemos en cuenta 73 localidades de menos de 100 habitantes. Y ahí estamos dedicando esfuerzos: hay un equipo motor de técnicos y voluntarios muy fuerte que está llegando a esas 73 localidades de menos de 100 habitantes. Queremos crear redes de amistad, de relaciones, de apoyo mutuo. No es necesario que sea gente que forme parte de Cruz Roja. Necesitamos contactar con las personas que allí viven y empezar a crear, a partir de la persona que ya lo hace porque desde la pandemia lleva el pan a los que están solos, generar redes y generar comunicación. Porque la soledad tiene efectos muy perversos a nivel de salud mental, pero también a nivel físico y social. Esos son los efectos que queremos paliar acompañando a estas personas. No es un tema solo de Cruz Roja, es un tema de apoyo a todo lo que todas las administraciones hacen y nosotros queremos también participar.
«Desde jóvenes empezamos a dejar de pensar en uno mismo para empezar a pensar en los otros»
¿Qué necesidades se encuentra Cruz Roja en la provincia? ¿Qué necesita la gente a la que ayuda?
Sería amplísimo. Ahora estamos trabajando en temas de energía. Por ejemplo, la pobreza energética, que si ahora la luz o los alquileres son importantes en las personas que ya tenemos un sueldo, en las personas más vulnerables estas necesidades se hacen doblemente fuerte. Estamos trabajando con la pobreza energética en ayudar a las condiciones que tienen a nivel de vivienda, facilitando algunos aparatos para que no pasen frío, en algunos casos pagando facturas de luz. Lo hacemos también en colaboración con Bienestar Social o con el Instituto de la Mujer, con la Delegación de Educación ayudamos a los alumnos que tienen que desplazarse y que no pueden que no asistir a clase… Las necesidades es que son muy variadas. Tenemos locales abiertos como puntos de actividad en Tarancón, en Motilla, en Iniesta, en Minglanilla y en Pedroñeras. Pero también tenemos a voluntarios dando vueltas por las zonas de Landete, Talayuelas, Huete… Queremos abrir en Priego, nos interesaría mucho Mota del Cuervo… Estamos movilizando voluntariado como puntos de actividad para, por lo menos, recoger necesidades de esas zonas. La verdad es que Cruz Roja si tiene algo que la distingue especialmente es la capilaridad. Llegamos a muchísimos sitios de una manera muy rápida. Por ejemplo, con la riada de Buenache estuvo Cruz Roja prestando lo que hacía falta, mandando voluntarios desde Cuenca, Minglanilla y Motilla. Cuando alguien se implica, es que se implica.
Y, al contrario, ¿qué necesidades tiene Cruz Roja?
Vamos a ver. Cruz Roja siempre tiene necesidades porque, por desgracia, las personas que necesitan de nuestra ayuda, nos gustaría poder decir que cada vez son menos, pero no es la realidad. Así que siempre necesita fondos económicos para poder realizar actividades de este tipo. En algunos casos participamos en subvenciones que son, simplemente, gestionar determinados recursos que la administración quiere hacer llegar a unas familias que tienen pocos medios y en otros casos con proyectos propios en los que queremos implicar a las administraciones. En otros momentos participamos acompañando a las instituciones cuando ellos ponen en marcha una determinada cosa. ¿Qué necesita Cruz Roja? Primero, que nos conozcan; en segundo lugar, fondos, tanto de aportaciones individuales como de voluntariado; y ese reconocimiento y ese apoyo, porque las actividades necesitan recursos y financiación para poder llevarse a cabo. Por eso algunas veces parece que solicitamos ayuda a nivel de fondos, pero en Cruz Roja no nos detiene nada, no nos importa. Porque, cuando uno pide para otras personas que lo necesitan, lo seguiremos haciendo.
Ha dicho que, por desgracia, no hay menos personas que necesiten los servicios de Cruz Roja, ¿es al contrario? ¿Hay cada vez más gente necesitada?
Los servicios de Cruz Roja, de las instituciones y de la sociedad. Porque la sociedad somos los que nos tenemos que sensibilizar con estas cosas y colaborar todos para que no haya personas que lo estén pasando mal. Vuelvo al ejemplo de la energía y la eficiencia energética. En cualquier Las personas que necesitan recursos para comer, pues imagínate a nivel de energía, por muy medioambientales que quieran ser, pues no pueden. Ahí estamos para ese tipo de cosas. A nivel de pobreza en Castilla-La Mancha es un 31% de personas que están en riesgo de vulnerabilidad y de exclusión social. Esto en las zonas rurales aumenta un poquito, porque además se suma con la soledad y con no tener determinados servicios. Pero también se hace evidente en zonas urbanas, donde la soledad parece que no nos afecta. En ese sentimiento es donde queremos trabajar de la mano de las instituciones y de la masa social.
¿Tiene la institución suficiente apoyo?
La posición de Cruz Roja hoy es buena, en el sentido de que estamos gestionando los fondos que tenemos e intentamos llegar a todas las acciones, pero siempre viene bien cuanto más apoyo mejor. Y no solo me refiero al económico a veces el apoyo supone una sonrisa y un acompañamiento de otra persona. En ese sentido, sí que necesitamos más. Necesitamos estar más sensibles a las necesidades del otro.
«La soledad tiene efectos muy perversos a nivel de salud mental, pero también a nivel físico y social»
Por ejemplo, la Gala Benéfica organizada por Eurotoques el pasado sábado, ¿no?
Exactamente. Fue espectacular. No dejo de agradecer a la organización ni a Mari Paz Marlo todo lo que dieron en aquel momento. El personal de restauración, los camareros, los cocineros… todos venir gratis. Los proveedores, empresarios, las flores de La Mezquita… Fue impresionante. Y el dinero que se recaudó con la comida, unos 10.000 euros, que además fue de un nivel de calidad buenísima, se va a ayudar a la AECC y a Cruz Roja. Todo el mundo se volcó. Estar allí es tan importante como lo recaudado. Eso lo vamos a dedicar especialmente al tema de la soledad, porque es la epidemia invisible y silenciosa del siglo XXI.
¿Y en cuanto al apoyo ciudadano? ¿Hay comprensión? Porque ha mencionado la Agenda 2030, y habrá gente que por eso ya se posicione en contra. Al igual que en las fiestas que, cuando Cruz Roja establece un Punto Violeta, hay quien se opone.
La verdad es que, desde mi experiencia, somos muy reconocidos y valorados. En los casos que mencionas, supongo que es el desconocimiento de lo que se hace en esos sitios. A veces en los Puntos Violetas hemos recibido una información de boca a boca que no es la correcta, porque son espacios seguros para determinadas personas. Yo creo que falta información y a lo mejor ahí sí que tengo que decir que falta un esfuerzo de pedagogía por nuestra parte. Porque la sociedad sí que reacciona, y bien, en los temas de ayuda y de compromiso con los demás, aunque sea de forma puntual. Porque porque la sociedad también cambia. Lo que hace 40 años servía para Cruz Roja y para cualquier otra entidad, hoy ya en el siglo XXI necesitamos otro tipo de cosas. La gente se informa, pregunta y, en algunos casos, simplemente juzga.