Activistas de Greenpeace han desplegado este jueves, primer día completo del verano, una pancarta de más de 200 metros en el acueducto del Cigüela (Cuenca) para denunciar, bajo el lema “no hay agua para tanto regadío”, que en España «tenemos mucha infraestructura hidráulica, pero que no garantiza una distribución equitativa del agua».
Según la organización ecologista, la actual política hidráulica «permite beneficios económicos cortoplacistas, cada vez en menos manos, a costa de un grave impacto ambiental». Junto a otra enorme pancarta de 35 x 18 metros con el lema “Salvar el Agua”, más de una veintena de activistas han querido denunciar así «la falta de responsabilidad política en este problema de primer orden».
Greenpeace ha elegido el acueducto del Cigüela «como un ejemplo de infraestructura hidráulica faraónica (6,2 km), a las que tanta prioridad se les ha dado en la gestión del agua en España y que todavía se siguen reclamando por parte de algunos partidos y lobbies.» El trasvase Tajo-Segura, que circula por este acueducto, está a juicio de esta entidad «sobredimensionando regadíos del Levante, acabando con una joya de la biodiversidad como es el Mar Menor».
Consideran que obras como ésta «no son prioritarias para la gestión eficiente del agua y dejan de lado el verdadero problema, jugando con falsas promesas para obtener un puñado de votos, en contra de la protección real del medio hídrico (ríos, humedales, marjales, marismas, acuíferos…)». Apuntan que se está poniendo en riesgo la supervivencia de la agricultura tradicional y familiar,» para ponerla en manos de grandes agroindustrias y fondos de inversión y se están perjudicando enclaves fundamentales por su biodiversidad como Doñana o las Tablas de Daimiel».
En Greenpeace opinan que la campaña electoral previa al 23-J es el momento para que los partidos definan su postura «ante este problema y así el electorado sepa cuáles son las propuestas que protegen el agua, a las personas y los ecosistemas». Apela a la responsabilidad de la ciudadanía con respecto a los distintos partidos y cómo estos proponen gestionar los recursos naturales.
Además de sensibilizar a la ciudadanía con la acción de hoy, Greenpeace está también recorriendo estos días fuentes y baños públicos de más de 35 ciudades de toda la geografía española «para alertar a la población sobre el peligro del regadío intensivo, que se lleva casi el 80% del agua de nuestro país».