Los alcaldes de las localidades manchegas de Villares del Saz y Villar de Cañas se han sumado a la reclamación hacia la Subdelegación de Gobierno para tener más efectivos de la Guardia Civil en los cuarteles de la comarca, debido a la oleada de robos que asola la zona desde hace, como mínimo, semanas.
Alejandro Pernías, primer edil de Villar de Cañas, asegura que esta situación se da, aproximadamente, desde el mes de octubre. «Hay casos en los que han arrancado hasta los embellecedores de la cocina para buscar debajo de los muebles», explica.
Pernías cree que se trata de una o varias cuadrillas que se dedican a moverse por la zona. Jorge Hermosilla, alcalde de Villares del Saz va más allá y afirma que «estamos controlados totalmente. Saben a qué horas salimos y entramos». Hermosilla pone de ejemplo un robo en Villar de Cañas, en el que los ladrones entraron en casa de un vecino que salió durante dos horas para ir a clase de zumba.
En cualquier caso, afirman que los vecinos de la zona «viven con miedo y preocupación». También coinciden en que son necesarios más efectivos de la Guardia Civil. Porque, aunque haya cuarteles en Villarejo, Montalbo y Torrejoncillo, cuentan con pocos agentes para cubrir todas las necesidades de la zona. Agentes a los que, todo sea dicho, agradecen su trabajo y su colaboración con todos los Ayuntamientos.
«A lo mejor están haciendo la ronda por un sitio y están robando en otro», explica Pernías, argumentando que los agentes hacen lo que pueden, pero que, entre el tiempo, las distancias y los efectivos disponibles, cuando quieren a dicha localidad es tarde.
Esta situación de sensación de inseguridad también se traslada a las redes sociales. En X (antes Twitter), el llamado ‘Tractorista de Castilla’, vecino de Villares del Saz y trabajador en la zona, denunciaba este martes la situación. Pocas horas después, su cuenta ha desaparecido. También, Berta López, vecina de Huerta de la Obispalía, comentó también la situación de miedo que se vive en el municipio.
Soluciones
Una de las posibles soluciones, además de solicitar a la Subdelegación más efectivos, sería la instalación de cámaras de seguridad en los pueblos. Francisco Javier Doménech, alcalde de Huete, ya ha confirmado que ha pedido permiso a esta institución para poner este tipo de dispositivos en las entradas al municipio.
Hermosilla también se ha planteado esta opción para su pueblo, comentándolo con la Guardia Civil. Pero, en el caso de que le dieran los permisos necesarios, asegura que necesitarían «ayudas y subvenciones por parte de la administración para poder pagarlas».
Gema Rubio, alcaldesa de Huerta de la Obispalía, también se ha informado sobre este tema, ya que, aunque en su pueblo todavía no se ha dado ningún caso, afirma que también ahí «se vive con miedo». «Las cámaras suelen costar unos 5.000 euros cada una, un gasto que es inasumible para un pueblo pequeño», asegura. Por ello, pone de ejemplo a la Diputación de Guadalajara, que ha subvencionado la instalación de 132 cámaras en 69 pueblos, tal y como recogen medios de esa provincia.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Villares del Saz ha publicado un bando móvil en el que piden colaboración ciudadana. «Si alguien ve algún vehículo o persona que no sea habitual por el pueblo y pudiera ser sospechoso, llamad cuanto antes al 062 o al Ayuntamiento», explica el comunicado.