Durante febrero de 2021 murieron un total de 51 personas por COVID-19 en la provincia de Cuenca. Así se extrae de los datos difundidos por la Consejería de Sanidad, que sitúan al mes pasado como el quinto más letal de la pandemia de coronavirus.
Estas cifras colocan a febrero tras el mes de marzo de 2020, en el que se registraron un total de 64 decesos por COVID-19 en la provincia conquense, y por encima del número de fallecimientos de noviembre de 2020, en plena segunda ola del virus, en el que murieron 367 personas.
No obstante, estos datos podrían estar sesgados debido al infradiagnóstico del virus que hubo durante la primera ola y los retrasos en la contabilidad de las muertes. De hecho, las autoridades sanitarias advertían que muchos de los decesos comunicados a comienzos de mayo correspondían en realidad con días o incluso semanas previas. De hecho, fuentes alternativas a Sanidad como la del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha o el Instituto Nacional de Estadística apuntan que hubo más muertes posibles a consecuencia del virus que las realmente notificadas por la Consejería.
En sus 28 días murieron en el mes de febrero un total de 51 personas, a una media cercana a los dos fallecimientos al día. Los peores datos llegaron durante los primeros siete días del mes, los más cercanos al pico de la tercera ola, en los que murieron 33 personas.