Valentina Palomares lleva, desde 1979, formando parte de unas listas municipales en concreto en las de su pueblo, Henarejos, un pequeño municipio de la Sierra Baja de Cuenca. Hoy, más de 40 años después, sigue siendo concejala, eso sí, con la curiosa circunstancia de que se encuentra a las ‘órdenes’ de su hijo, Rufino Sánchez, que es el alcalde.
Esta entrañable y comprometida historia fue una de las que se compartieron ayer en la sede provincial del PP, lugar en el que los populares quisieron rendir homenaje a todas las mujeres que a lo largo de la historia han aportado su esfuerzo y tiempo por trabajar por y para sus vecinos. En concreto, fueron un total de diez las alcaldesas que compartieron su testimonio en una charla coloquio moderada por la portavoz en la Diputación, Clara Plaza, sobre su experiencia como responsables de un ayuntamiento y cuáles son los motivos que les han llevado a seguir al frente de sus Consistorios, sobre todo, luchando por defender los intereses y el bienestar de sus vecinos.
El presidente del Partido Popular en Cuenca, Benjamín Prieto, daba la bienvenida a todos los asistentes y recalcaba que la charla coloquio se enmarcaba, no sólo en la conmemoración del próximo 8 de marzo, Día de la Mujer, sino en el constante y habitual reconocimiento de esta formación política a las personas comprometidas con la provincia y sus municipios, entre ellas, y por supuesto, las alcaldesas. Mostraba su especial cariño por mujeres como Valentina, quien a finales de los años 70 del pasado siglo y con un bebé de siete meses, tuvo la valentía de encabezar una lista municipal y que en la actualidad, y a sus 84 años, sigue activa y con las mismas inquietudes que entonces. Prieto agradecía y animaba a sus compañeras a seguir siendo ejemplo de perseverancia y sentido común y recalcaba lo necesario que es para nuestros pueblos y para el Partido Popular seguir contando con ellas y con su ejemplo.
La portavoz del Grupo Popular en la Diputación y alcaldesa de Ledaña, Clara Plaza, recordaba los largos años de reivindicación, por parte de las mujeres, para conseguir que se las reconozca en igualdad y méritos a los hombres, “hemos conseguido grandes logros, pero todavía tenemos que seguir defendiendo nuestros derechos, lo que repercutirá, simple y llanamente, en una sociedad más justa”, apuntaba. Plaza calificaba a las mujeres alcaldesas como “valor fundamental de este partido” y reconocía el esfuerzo que supone “compaginar la labor de alcaldía con sus trabajos y vida personales”.
Compromiso con sus pueblos y vecinos
Gema, Mariluz, Dolores, María, Ana, Elena, Julia son algunas de las alcaldesas que ayer compartieron en este acto parte de sus vivencias. La mayoría coincidía en reiterar su compromiso con su pueblo y los vecinos y en agradecer a todos los que las han apoyado y ayudado en su labor. Las había veteranas, como Gema Rubio, de Huerta de la Obispalía, que a su labor como primera edil añade una empresa familiar y su trabajo en el hospital, además de ser diputada provincial, Mariluz Jiménez, de Altarejos, también con varias legislaturas como primera edil y que manifestaba su satisfacción por haber podido mejorar el bienestar de sus vecinos o Dolores Pérez, de Palomares, alcaldesa experta y que declaraba que, ante todo, “me gusta trabajar por mi pueblo”. La diputada regional y alcaldesa de Horcajo, María Roldán, incidía en la gran motivación que para trabajar por un municipio supone que sean los propios vecinos quienes depositen su confianza en los alcaldes y reiteraba su compromiso con el Partido Popular, “que ha dado ejemplo siempre en confiar en las personas válidas, sean hombres o mujeres, para trabajar por la sociedad y nuestro país”. Ana Gamboa y Ana Martínez son alcaldesas de Villar del Infantado y de Olmeda del Rey. Para Gamboa, en su primer año de legislatura tras haber sido concejala, “la persona es fundamental, lo más importante”. La primera edil de Olmeda del Rey, por su parte y que repite en el cargo, apuntaba que “los vecinos piden que les resuelvas sus problemas, pero también te ayudan a solucionarlos cuando eres tu quien recurre a ellos”. Para Julia Bautista, de Valverde de Júcar, la alcaldía, en su primer año, le ha llegado en un momento personal en el que, “puedo dedicarle más tiempo. Lo importante es trabajar por mi pueblo”.
La diputada provincial, Elena Clemente, recordaba con una sonrisa, “la bonita locura” en la que se embarcó hace años para poder ser alcaldesa de su pueblo, Fuente de Pedro Naharro y María Arribas, de Castejón, apelaba al “trabajo duro” sobre todo en pueblos pequeños como el suyo. Para finalizar, la alcaldesa de El Pedernoso, Ana Cantarero, también diputada provincial recordaba sus inicios y perseverancia para convertirse en primera edil de su pueblo y apostillaba que “creo en las personas. Nunca me he sentido ni inferior ni tampoco superior, por supuesto, por el hecho de ser mujer”. Por cierto, la alcaldesa de Villas de la Ventosa, Mari Carmen Salmerón, no pudo asistir al estar en otra reunión, y fue su concejal, Juan Carlos, el encargado de poner el broche final al coloquio, “yo estoy muy contento de formar parte de un Ayuntamiento con una mujer al frente y que es muy trabajadora”.