Diputación renueva el convenio con Cáritas dotado con 35.000 euros para formar a más de 250 voluntarios

Martínez Chana, ha puesto en valor el trabajo que realizan para ayudar a las familias más desfavorecidas de toda la provincia gracias a la extensa red de voluntarios con los que cuentan

La Diputación de Cuenca ha renovado el convenio que desde hace años mantiene con Cáritas Diocesana que está dotado con 35.000 euros y gracias al cual se podrá actualizar la formación de los más de 250 voluntarios con los que cuenta esta organización en la provincia.  

El presidente de la Diputación; Álvaro Martínez Chana, y el de Cáritas, Pedro Bordallo; y con la presencia de la diputada de Servicios Sociales, Eva García, han suscrito este acuerdo de colaboración en el marco del entendimiento entre ambas entidades que en los últimos años se ha incrementado. “La colaboración con Cáritas es estrecha pero queremos que sea aún más porque su labor es imprescindible en esta provincia”, destacaba Martínez Chana.

En este sentido, recordaba la importancia de que los numerosos voluntarios que tiene Cáritas por toda nuestra geografía estén lo mejor formados posibles pues son ellos los que llegan a las familias más vulnerables y a quienes peor lo están pasando.

Por su parte, Bordallo explicaba que son estos grupos de voluntarios los que gracias a que prestan de forma desinteresada su tiempo y sus habilidades los que permiten que las acciones de Cáritas lleguen a más de 10.000 personas cada año.

Del mismo modo, relataba que esta formación sirve también para animarles y acompañarles “para que sientan que no están solos”, pues a los ocho grupos de acción con los que cuenta Cáritas en la capital hay que sumar otra veintena distribuidos por toda la provincia. “Para nosotros es muy importante poder visitarles, atenderles y animarles y gracias a este convenio se puede realizar una formación actualizada”, explica, al tiempo que buscan una mayor implicación de la gente joven ya que el perfil mayoritario de los voluntarios son personas mayores y jubiladas.

Y es que recuerda Bordallo que la forma en la que presta ayuda Cáritas a las familias ha cambiado en los últimos años por lo que estas jornadas cobran más importancia poniendo de ejemplo la sustitución de la tradicional bolsa de comida que se les daba a las familias por las tarjetas monedero con las que puede ir a comprar a los comercios locales.