J.J.D. / Voces de Cuenca
Los pinchazos a mujeres jóvenes en discotecas, festivales y otras aglomeraciones lúdicas con el aparente propósito de inocularles alguna droga para somete su voluntad y abusar sexualmente de ellas se han convertido en uno de los temas informativos del verano en España. Los testimonios en redes sociales y en los medios de comunicación han despertado la alarma y un debate no exento de polémica entre los que ven esta corriente como una nueva manifestación de violencia sexista y los que dudan de su veracidad o relevancia -sobre todo por la no detección de sustancias en los organismos de las afectadas- y consideran que forma parte de una estrategia de instrumentación ideológica de algunos sectores de la izquierda.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Cuenca han indicado a este periódico que hasta la fecha no se ha presentado ninguna denuncia por este asunto ni en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional ni en ninguna de las dependencias de la Guardia Civil en las comarcas conquenses. Sin embargo, sí que hay constancia de una denuncia ante la Policía Nacional de Albacete sobre un hecho ocurrido en un municipio de la provincia de Cuenca hace unos días.
Desde el organismo gubernamental no se precisa la localidad -aunque se presume que es una del área de influencia albaceteña, al Sur de nuestro territorio- y se insiste en que no se trata de un nuevo caso respecto a los ya contabilizados en Castilla-La Mancha, sino un episodio ya registrado que se asignó a Albacete al haberse tramitado allí la denuncia.
Según informó el lunes Pilar Callado, la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, según datos de la Delegación del Gobierno hasta ahora se han contabilizado en la comunidad cinco presuntos casos de pinchazos a mujeres. En ninguno de ellos se han detectado restos de droga ni hay agresiones sexuales asociadas a ellos.
Callado, que reveló estas cifras durante un acto en la localidad albaceteña de Alpera, condenó sin paliativos estas prácticas, y señaló que «con droga o sin ellas», suponen agresiones a las mujeres. «Les hace salir con miedo y el miedo es el peor enemigo de la libertad”, apostilló.
Defendió que estos pinchazos, aunque sean “bromas macabras”, son agresiones y están penadas, independientemente de que se inocule droga o no o de que se produzca una agresión sexual.
Callado explicó que el Gobierno regional trabaja para actualizar el protocolo de sumisión química existente a la realidad actual, “estamos trabajando desde la Coordinación Regional de Urgencias y las personas responsables de Urgencias hospitalarias, junto con responsables de la Consejería de Igualdad y el Instituto de la Mujer, con el objetivo de ser lo más eficaces posible en la atención y respuesta ante estas situaciones. Es posible que el trabajo quede concluido esta semana”.
En cualquier caso, la dirigente autonómica hizo una llamada a la tranquilidad y ha animado a las personas jóvenes a disfrutar de las fiestas con responsabilidad y respeto. Finalmente, recordó que los 84 Centros de la Mujer y el resto de instituciones públicas y sanitarias dependientes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha están a disposición de todas las mujeres víctimas para el asesoramiento necesario.