Cuenca es una de las nueve provincias peninsulares que no están en el máximo nivel de alerta por coronavirus

El Ministerio de Sanidad rebaja del 4 al 3 el grado de impacto de la pandemia en territorio conquense

El ‘semáforo’ del Ministerio de Sanidad establece cuatro escalones de alerta para clasificar cómo es la situación de la pandemia en un municipio. Del 1 al 4 en orden creciente de gravedad y en función de los datos en ocho parámetros distintos. Desde que se ofrecen datos por provincias, la de Cuenca siempre había estado más el alto. Hasta ahora. En el informe publicado este jueves, que en realidad recoge las cifras de la semana anterior, el territorio conquense se sitúa en la Alerta 3 tras la mejora en varios indicadores. Solamente hay nueve provincias peninsulares en ese rango, el resto permanece en la 4. Las islas de los archipiélagos canario y balear oscilan entre el 2 y el 4.

Incidencia acumulada a 14 días

La provincia de Cuenca acumula 406.5 casos nuevos en dos semanas por cada 100.000 habitantes. La cifra multiplica por 1,6 el umbral de «riesgo alto», situado en 250, pero es casi cinco veces menos que la que se contabilizaba el 28 de enero, en el pico de la tercera ola y con el territorio conquense como uno de los cuatro más afectados del conjunto del país.

Incidencia acumulada a 7 días

Cuenca presenta una tasa de 97,3 en la tasa de nuevas infecciones por 100.000 habitantes en siete días, una foto más reciente. En las cincos franjas de gravedad se ubica en la cuarta, en «riesgo alto» tras haber estado entre las más afectadas de la etiqueta «muy alto o extremo» hace apenas dos semanas. Si baja a 75 (según las cifras de la Consejería de Sanidad lo estaría rozando) pasaría al «riesgo medio».

Incidencia en mayores de 65 años (14 días)

Indicador que se centra en la población de mayor edad, que es una de las más vulnerables a los efectos del virus y que ha quedado fuera de las pautas de la vacuna AstraZeneca. En la provincia de Cuenca los casos a catorce días en esta franja demográfica son 333.7 por cada 100.000 habitantes, cinco veces menos que en los peores momentos de enero. En la taxonomía de las autoridades sanitarias, no obstante, el riesgo sigue siendo el doble del que ya se señala como «muy alto».

Incidencia en mayores de 65 días (7 días)

Cualquier cifra que sobrepase las 75 infecciones por 100.000 residentes durante una semana en este segmento de edad es «riesgo muy alto». Así que Cuenca lo mantiene ya que su índice se sitúa en 89.6 tras otra espectacular bajada desde máximos de casi diez veces más.

Porcentaje de positividad

Factor muy importante al que otros sistemas sanitarios españoles y europeos otorgan una importancia fundamental, incluso por encima de las tasas de incidencia a la que tanta atención dedica Castilla-La Mancha. Indica el porcentaje de veredictos positivos entre todas las pruebas (PCR o antígenos) que se practican. Está en el 8,9%, muy por debajo de récords por encima del 20%, y en el denominado «riesgo medio», el tercero en gravedad de los cinco existentes.

Porcentaje de casos con trazabilidad

En la línea de informes anteriores, la provincia de Cuenca ofrece en este indicador un 72.8%, lo que la ubica en la categoría de «riesgo bajo» o, si se prefiere, en 2 de 5. El porcentaje muestra cuántos contactos de un contagiado se localizan para establecer test y/o aislamiento.

Porcentaje de ocupación de camas de agudos

En este epígrafe se establece la relación numérica entre los pacientes con COVID-19 hospitalizados y el número total de las camas convencionales disponibles. El porcentaje, con los datos recopilados hasta el lunes, es del 14,5%. «Riesgo alto» o, por usar un formato como el de los productos bancarios, 4/5, aunque rozando el siguiente escalón, el de «riesgo alto».

Porcentaje de ocupación de camas de críticos

El índice muestra qué porcentaje del total de camas de UCI corresponde a ingresados con el coronavirus. En el informe ministerial se sitúa, en el 17,2%. Es el único indicador de los ocho analizados que empeora respecto a la situación de hace catorce días, cuando estaba en un 13,5%. La prolongada estancia media de este tipo de pacientes provoca que los efectos de la bajada de contagios tarden mucho más en notarse.