Concejo Abierto, el reducto de democracia directa que pervive en tres pueblos de Cuenca: «Todos somos alcaldes»

Portilla, Bascuñana de San Pedro y Olmedilla de Eliz mantienen este sistema de gobierno reservado a localidades con poca población y en el que todos los empadronados tienen voz y voto

Las localidades conquenses de Portilla, Bascuñana de San Pedro y Olmedilla de Eliz mantienen, como fórmula de gobierno municipal, el Concejo Abierto, uno de los pocos sistemas de democracia directa que perviven en España y el resto del mundo. Una organización asamblearia, que toma las funciones de pleno del ayuntamiento, reservada a pequeños municipios que no alcanzan un número mínimo de habitantes, integrada por todos los electores existentes y el regidor, elegido directamente por ellos. “Todos somos alcaldes, todos decidimos”, indica Joaquín Escolano, alcalde de Portilla.

Según la relación de municipios recogida en el Boletín Oficial de la Provincia de cara a las últimas elecciones locales, las de 2019, en Cuenca son los tres antes mencionados, junto al centenar que opera en el resto del país. Un sistema poco común que tanto Escolano como su homólogo de Bascuñana De San Pedro, Jesús Montón, apuestan por mantener. Este último, que lleva censado en el pueblo cuatro décadas, no recuerda otro modelo de organización en el pueblo.

Los 24 vecinos censados en Bascuñana se suelen reunir cada tres meses, y a estas asambleas abiertas se suman personas provenientes de otros lugares que también tienen relación con el municipio para aportar su opinión, aunque al no estar empadronados no tengan voto. “Cogemos sus ideas y las trasladamos a los plenos”, señala Montón, una dinámica en la que coincide el alcalde de Portilla: “Me gusta que también participen, es bueno empaparse de soluciones que pueden aportar ellos que a mi a lo mejor se me pasan”.

En Portilla son 58 los ciudadanos registrados, una población reducida que posibilita la funcionalidad de este mecanismo asambleario pero que dificulta abordar otro tipo de cuestiones, como la viabilidad económica de los servicios que necesita el pueblo. “Por mucho que intentemos rascar y ahorrar por todos los lados, pues vamos muy pillados”, manifiesta Escolano, que pone el foco en el hermanamiento y el trabajo conjunto: “Que ellos se sientan por un lado protegidos, que me tienen ahí, y por otro tú, que cualquier problema que tengas, te sientas apoyado por ellos”.

El alcalde de Bascuñana abunda en esta idea, subrayando que son “un grupo de vecinos que nos conocemos desde que éramos unos guachos”. Pone como ejemplo la reunión que promovieron hace unas semanas para abordar los problemas económicos que atraviesa el pueblo debido a la subida de la factura de la luz que, además de ser una asamblea en la que se intercambiaron propuestas y buscaron soluciones, tomó el cariz de evento festivo.

Montón describe que el pueblo multiplicó su población habitual con motivo del Día de Todos los Santos, y que este particular pleno que reunió a sesenta personas finalizó con una caldereta que reunió a la mesa a los asistentes.

Este ambiente propicia que el debate político nacional, en ocasiones muy enconado, se viva de forma diferente en sus municipios. “Esas diferencias no existen”, defiende el alcalde de Bascuñana respecto al clima de polarización política. El representante de Portilla coincide en el análisis: “Todo el mundo es bien recibido y da lo mismo que seas, como digo yo, del Madrid o del Barcelona o el que sea. Todos tienen voz y voto”.

“Quien se presente en un Ayuntamiento de éstos, lo primero que le cuesta es dinero”, recuerda además Montón, en relación a las diferencias que perciben en el desempeño de su cargo respecto al resto de representantes públicos. Y remarca que “todos tenemos nuestro trabajo fuera del Ayuntamiento y a lo mejor tenemos un papeleos que nos vienen un poquillo largos, rápidamente tú sabes quién te lo puede solucionar del pueblo, censado o no censado”.

Desde la perspectiva que les da la vida en un municipio que no supera el centenar de vecinos y la fórmula del Concejo Abierto, ambos ediles aconsejan a los políticos “profesionales” que “se bajen del coche, que hagan visitas”. El alcalde de Bascuñana de San Pedro concluye con una anécdota para mostrar la desconexión con estos territorios despoblados: “A mí me han ocurrido cosas muy curiosas, de llegar en pleno invierno y decirme el político: Oye, que quiero ir a tu pueblo a hacer un mitin. Pero vamos a ver, alma de cántaro, que en mi pueblo en invierno viven cinco personas, ¿a quién le vas a dar el mitin?”.