Es una de las tradiciones con más arraigo en gran parte de la provincia, y su origen se remontaría a la época medieval. Jueves Lardero vuelve a ser protagonista del último jueves de febrero después de que en 2021 las celebraciones se aparcaran o se limitaran debido a la situación sanitaria generada por el coronavirus. Ahora, con una situación cada vez más relajada, y con ganas de volver a vivir la fiesta, son varias localidades de la provincia que disfrutarán de este día tan especial, que en sus orígenes tiene que ver con juntarse con los seres queridos y con la gastronomía, en especial el cerdo -lardero viene del latín lardu que significaría grasa-.
La tradición carnavalera en La Alcarria
En la provincia de Cuenca habría que distinguir las celebraciones con características serranas, y las manchegas, influidas por el consumo de ‘monas’, tostas con un huevo duro, sardinas y chorizo. En la serranía conquense esta fiesta tiene la denominación de Jovelardero y está caracterizada por celebraciones que anticipan el carnaval, así como tradiciones de elaborar piñas de Jovelardero, que consiste en una amalgama hecha de trozos de masa («pitos») de harina y huevo, fritos y unidos con un baños de miel alcarreña puesta a punto de caramelo. Como se repetirá en la mitad norte de la provincia, también es costumbre juntarse en el campo y comer alimentos asociados a la tortilla y el chorizo.
Las localidades que limitan con Guadalajara, como Cañaveruelas, o Villalba del Rey son algunos ejemplos de localidades que viven así esta fiesta. En la última, es tradición que los niños se diviertan tirándose harina de trigo unos a otros.
Un Jueves Lardero reivindicativo en la capital
En la capital Jueves Lardero regresa tras las restricciones del pasado año. Una de las citas importantes en la ciudad estará asociada al movimiento popular contra el desmantelamiento de las vías del tren. Así en la Estación del Ferrocarril a partir de las 17:00 horas, se ha invitado a llevar el tradicional bocata de chorizo y tortilla, además de portar algo amarillo en la vestimenta. En esta ocasión, la celebración coge tintes reivindicativos a favor del tren convencional.
Los jóvenes y las familias que quieran disfrutar del buen tiempo en espacios naturales, se acercarán como es costumbre a las laderas del paraje de la Fuente del Canto, los miradores de las hoces del barrio del Castillo, la zona de los depósitos o la explanada de San Julián el Tranquilo.
No hay que olvidar la oferta gastronómica que ofrecen algunos locales de hostelería como El Panorámico que ha preparado un menú especial para este día, por 10 euros que incluye tortilla de patatas, lomo de orza y chorizo. De la misma manera, en a propia capital y en el resto de la provincia se encuentran menús parecidos como en el Restaurante Alegrías de Quintanar del Rey, o en el Bar Cuenca de Villarta.
Sisante sale al campo a celebrar ‘los quintos’
La localidad celebra una de sus fiestas más queridas, donde los vecinos se desplazan hasta el paraje en el Pozo de la Olivilla. En este pinar se mezcla la gastronomía, las hogeras, y música entre los distintos grupos de amigos y familias, todo ello equipados de tractores y remolques para que no falte de nada.
También se intenta mantener con vida desde esta localidad la tradición de ‘los quintos’, que se correspondía con aquellos que cumplían los 18 años y se iban a cumplir con el servicio militar obligatorio. La tradición mandaba que estos quintos pedían dinero por las casas, pasaban la noche frente a la iglesia, y por la mañana eran los primeros en llegar al pinar del Pozo de la Olivilla. Este 2022 que la fiesta vuelve a estar permitida el Ayuntamiento de Sisante ha recordado una serie de recomendaciones para hacer de la fiesta un lugar seguro, evitar sustos y posibles incendios.
En el pueblo vecino de Casas de Haro también siguen una tradición muy parecida yendo al paraje de la Hoya de Agua. De igual manera localidades como Motilla del Palancar, o Mota del Cuervo, se pasa el día en parajes naturales ‘lardeando’ productos derivados del cerdo, tortillas, etc.
Las ‘monas’ de La Mancha y La Manchuela
En las localidades fronterizas con la provincia de Albacete y Ciudad Real, el elemento más característico son las monas de Jueves Lardero, compuestas de un bollo o una torta de pan, que en el centro lleva un huevo duro, y suele llevar un chorizo y una sardina. Como con todo, esta tradición se ha ido innovando y en los últimos años han ido ganando una mayor popularidad las monas dulces, cambiando el huevo por uno de chocolate, y los chorizos y sardinas por chocolatinas.
Así en localidades como Mota del Cuervo, Casas de Benitez, Pozorrubio, Las Pedroñeras o El Pedernoso, disfrutan de esta tradición gastronómica que puede sufrir cambios según la localidad, pero que mantiene el origen y significado, ya bien se denominen rosca, hornazo o mona. Todo ello acompañado del tradicional ‘juntón’ con amigos o familiares, bien en el campo o en una ‘cocinilla’.
En Quintanar del Rey, coincidiendo con el día habitual del mercado municipal, la costumbre es juntarse para comer pollo, hornazos, y también pintarse la cara y el pelo.
De momento todo hace indicar que estas celebraciones volverán a celebrarse con normalidad, quitando la presencia de mascarilla en los casos que se requiera, ya que ningún ayuntamiento se ha manifestado en términos de limitación o cancelación de Jueves Lardero, y ya miran también a la celebración próxima del carnaval.