Buenas perspectivas para la temporada de caza: el ciervo “estabilizado y en aumento” tras la mortandad de 2018

Se esperan muy buenos trofeos de caza mayor y hay un buen número de animales de caza menor

Este viernes 8 de octubre está marcado en el calendario de centenares de cazadores de Castilla-La Mancha y por supuesto de la provincia de Cuenca. Y es que el día en el que se abre una nueva temporada general de caza, tanto menor como mayor.

Pablo Martínez, de la empresa ‘Sierra de la Madera’ que gestiona más 8.000 hectáreas de cotos de caza en la provincia de Cuenca, concretamente en las comarcas de la Alcarria y la Serranía, y también otras 4.000 hectáreas en el Alto Tajo de Guadalajara, afirma que esta campaña llega con “buenas perspectivas” para los amantes de la caza mayor y menor de Cuenca.

Martínez apunta que estas perspectivas son “mejores que en años anteriores” porque “en principio ha habido una buena gestión en las fincas. Hay buenas poblaciones y se puede salir al campo a disfrutar de él, y las circunstancias climatológicas están siendo favorables. Si llueve y no hace demasiado frío acompañará a que los animeles estén en buenas condiciones”.

Esta apretura de la temporada de caza permitirá un año más “la caza menor sobre el conejo, la perdiz, liebre, paloma, zorzal, y aves migratorias permitidas según los planes técnicos. Y en cuanto a la caza mayor se empieza a poder abatir ciervo, gamo, muflón, jabalí, y también se pueden empezar abates por gestión de población de las hembras de ciervo y gamo. El macho montés, donde esté permitido, se puede empezar a cazar el 15 de octubre. A partir de estas fechas se pueden empezar a hacer también cacerías colectivas como conterías, ganchos, con perros, o al salto, por citar algunos ejemplos”.

Respecto a la caza menor, “se llega a este inicio de temporada en una situación variable. La población de conejo varía mucho por zonas, con algunos lugares en los que se está rozando la plaga en zonas de la Manchuela y de La Mancha y hacen mucho daño a los cultivos. Sin embargo en zonas cercanas a la capital apenas hay presencia de conejos”.

“La perdiz roja lleva una línea de tendencia en declive. Es una especie a la que le está afectando mucho la agricultura intensiva, y las poblaciones van disminuyendo. Cuanto más salvajes son los campos, más perdices hay, y es un animal al que le está costando mucho esa adaptación. Por eso dependiendo del acotado se le defiende un poco más y hay menos días de caza”, sentencia Martínez sobre esta tradicional especie.

En cuanto a la caza mayor, llega tras un periodo de berrea “que está resultando un poco extraño, muy difícil con la luna llena, los pastos y el tiempo raro. Ha sido muy complicada, y también se espera que haya poca ronca del gamo”.

Las poblaciones de caza mayor se encuentran “estabilizadas y en aumento” tras la pandemia que en 2018 redujo considerablemente el número, que permiten “muy buenos trofeos”, aunque eso sí, siempre depende de la zona de caza. El jabalí “ha sido una especie que ha progresado y están subiendo las densidades en muchas zonas. Se cazó demasiado y ahora las parideras han sido buenas y va a haber bastantes animales”.

En cuanto a los lugares donde se esperan los mejores trofeos de ciervo y gamo, Martínez cita “las zonas de nueva colonización. Son lugares donde no ha habido y ahora con la expansión de las especies va habiendo más y hay unos trofeos fabulosos. Se encuentran en la Alcarria y la Serranía Baja, zonas donde tradicionalmente las especies más comunes eran jabalí y corzo, pero ahora hay bastante calidad de trofeos de ciervo y gamo, por abundancia de comida y por baja densidad de animales”. En las zonas tradicionales de la Serranía Alta “dependerá de los pastos y la gestión que se realice, unos años son mejores y otros peores, pero ahí hay problemas de consanguineidad y algunos parásitos que afectan a la evolución de los trofeos”.