Las autoescuelas esperan un verano «a tope» y Tráfico asegura que hay examinadores para atender la demanda

La crisis provocada por la irrupción de la COVID-19 ha afectado a la gran mayoría de los sectores y a economías de todo tipo. Tras más de dos años combatiendo contra el virus, los datos y la situación sanitaria hacen indicar que la normalidad es un objetivo más que palpable.

Uno de los sectores por los que se conoce a Cuenca fuera de las fronteras de la región es el de las autoescuelas, unos negocios que ha resistido esta crisis adaptándose a las necesidades, y que ahora salen más fuertes y a la espera de un verano con una demanda de alumnos sobresaliente.

Jaime Rubio es propietario de la Autoescuela Rubio en la capital conquense, con más de 33 años de experiencia en el negocio ha tenido que transformar en solo dos años la manera de impartir, sobre todo, clases teóricas: «Nosotros hemos seguido con todas las medidas de seguridad, desde tomar la temperatura hasta una máquina de ozono en aula; aun así, la gente tenía cierto temor. Nos han pedido mucho test online para evitar asistir. Además, estuvimos videoformación a través de dispositivos móviles».

Tras esta oscura etapa que ha supuesto el COVID y el confinamiento y las restricciones asociadas a este, ahora la normalidad va ganando terreno en todos los aspectos, incluido en los de ir a sacarse el carnet: «Desde hace unos ocho meses la gente ha empezado a asistir a las clases teóricas con regularidad, las aulas hoy en día tienen el ritmo que antes de esta crisis y sin ningún problema».

Ahora, con el buen tiempo y la llegada de la época estival es el momento de la temporada alta de trabajo para estas autoescuelas que esperan un volumen importante de alumnos, y cifran unas cifras optimistas. Sin embargo, el paso del virus ha dejado algunos comportamientos que parecen que van a quedarse mucho tiempo, como el de reservar cualquier cosa con antelación: «El verano se presenta bien, a tope, como todos. De hecho, lo que sí he notado es que la gente ahora en post-pandemia tiende más a hacer reservas, se ha acostumbrado a reservar, lo que antes no hacía. Antes era presentarse y preguntar para empezar al día siguiente, y ahora ya la gente anticipa. Yo tengo ya mucha reserva de cara al verano, antes no sucedía. Ahora un 40% está reservando para sacarse el carnet en verano», explica Rubio.

Tráfico expide más carnets que antes de la llegada de la pandemia

Si algo refleja la buena salud de las autoescuelas de Cuenca son los datos, desde los proporcionados por la Jefatura Provincial de Cuenca se puede apreciar como en los tres primeros meses de 2022 se han expedido más carnets que en los tres primeros meses de 2019 -último año completo sin virus-. Así el presente año se han expedido 1753, con respecto a los 1706 de hace tres años, un dato más indicativo si se tiene en cuenta la incidencia de la sexta ola que dejó las pasadas navidades.

Jacinto Vicente Manzanaro, jefe Provincial de Tráfico de Cuenca, explica que las cifras «han ido creciendo en los últimos años, se expiden más permisos en Cuenca cada año». Para explicar este fenómeno, se sustenta en «que tener en cuenta un factor y es que Cuenca es una provincia tradicionalmente subsidiaria de otras. Además hay muchas autoescuelas con métodos intensivos que atraen a mucha gente de fuera. Hemos estado absorbiendo a gente de Madrid. En general, hemos ido aumento cada año el número de carnets expedidos, aunque la gente de la provincia se mantiene estable», explica.

Jaime Rubio tiene una extensa cartera de clientes fuera de la provincia, sobre todo, de lugares como Madrid y Barcelona, y cifra en cuánto podría estar el porcentaje de demandantes de clases de la provincia que viene de otras zonas: «Mayoritariamente sigue viniendo gente de aquí de Cuenca. Un 30% de los que vienen a esta autoescuela son de fuera», afirma.

Otro de los últimos problemas a los que se ha tenido que enfrentar el sector en los últimos años es a las huelgas de examinadores, que se manifestaron especialmente en 2018. Estos denunciaban la falta de personal. Esta situación parece alejada de lo que se oferta hoy en día en la provincia y en verano se indica que no habrá problemas, garantizándose la cobertura de examinadores. Así lo explica Jacinto Vicente: «Nosotros después de la huelga de examinadores, prácticamente equilibramos nuestra oferta y demanda. Tenemos un equipo de cinco examinadores fijos, un examinador itinerante con un contrato de dos años, y tenemos apoyo en verano que el año pasado fue con dos examinadores con un contrato de seis meses. Con eso, nosotros tenemos exceso de oferta respecto a la demanda. En verano hay un repunte de demanda, donde tenemos horas extras extraordinarias, o el apoyo de más personal. Para este verano tenemos ya adjudicado un interino para seis meses».