«Castilla-La Mancha va a producir mucha más energía limpia de la que podemos utilizar». Las palabras del presiente regional, Emiliano García-Page durante la inauguración este lunes de la planta eólica de Torrejoncillo del Rey suponen una declaración de intenciones. La crisis energética derivada de la invasión de Ucrania y el ‘corte de suministro del gas y el petróleo ruso, ha puesto sobre la mesa la necesidad de contar con un ‘plan B’ que permita garantizar la soberanía energética.
Castilla-La Mancha ha apostado por este tipo de instalaciones y el territorio conquense se encuentra en cabeza de su implantación. Según los datos aportados por la Delegación Provincial de la Consejería de Desarrollo Sostenible, la provincia de Cuenca tiene en la actualidad en tramitación 71 proyectos de energías renovables. La mayor parte de ellos corresponden a energía fotovoltaica (66) mientras que 4 son de naturaleza eólica y uno de ellos es mixto.
En conjunto, los proyectos que se encuentran actualmente en fase de materialización permitirán generar una potencia eléctrica de 2.211.716 kilovatios (2.211 MW). Como ejemplo que puede dar idea de la magnitud, señalar que el parque eólico El Monte inaugurado este lunes en Torrejoncillo tiene una potencia de 104.5 MW.