Los argumentos de Albendea para convertirse en el mejor pueblo conquense para pasar el verano

La localidad alcarreña, que cuenta con una zona de baño en la confluencia de los ríos Guadiela y el Escabas, es una de las quince candidatas en la votación online organizada por Voces de Cuenca

Los lectores de Voces de Cuenca pueden votar hasta el próximo 14 de julio para elegir cuál es el mejor pueblo de la provincia para veranear. Una de las quince candidaturas seleccionadas ha sido la de Albendea, que por segundo año consecutivo compite por este título honorífico y que, con el vecino Antonio Matea ejerciendo de apologeta en el texto que reproducimos debajo de la galería fotográfica, sostiene sus aspiraciones en los pilares de sus paisajes fluviales, con zona autorizada para el baño incluida, y en un patrimonio histórico que tiene como emblemas más destacados el mausoleo romano de Llanes y los restos de un castro celtibérico.

Albendea es un pequeño pueblo de La Alcarria conquense, situado muy cerca ya de la Serranía, con 134 habitantes en su censo municipal. Su término municipal lo atraviesan dos ríos, el Guadiela y el Escabas, el último afluente del primero, que se unen en Las Juntas, un bonito lugar de baño estival, en el que se pueden ver algunos restos de un antiguo molino harinero. Estos ríos forman unos hermosos parajes naturales de ribera, lugar ideal, aparte de para tomar un baño, para la pesca, el piragüismo o simplemente para dar un paseo y disfrutar con la singular flora y fauna de estos espacios.

Debemos destacar de este paisaje fluvial de Albendea, aparte de Las Juntas, el recorrido por el Guadiela desde el embalse de La Ruidera aguas arribas, con aguas tranquilas azulonas, por las que es posible descubrir a la garza real, la nutria o algún Martín pescador dándose zambullidas en busca de algún pececillo que llevarse al pico. Para descansar podemos hacerlo en el espacio recreativo de Cueva Tomás, recientemente rehabilitado, con mesas y bancos y un refugio para guarecernos de la lluvia. Cerca de este espacio, apenas a un kilómetro aguas arriba, tenemos una playa fluvial, una de las ocho playas declaradas aptas para el baño de la provincia de Cuenca por la Administración regional. Es muy fácil descubrir por este lugar, situado a pies del Monte Ardal, al corzo, aunque este cérvido se extiende por todo su término municipal.

En el borde de este Monte Ardal de Albendea, gestionado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, pero cuya titularidad reclama el Ayuntamiento de Al-bendea desde hace años, se encuentra la Ermita Mausoleo de Llanes, cuyo origen está en un mausoleo romano del siglo IV de nuestra Era, declarado Bien de Interés Cultural en 2008 con categoría de Zona Arqueológica. También la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un edificio de origen tardorrománico, aunque ha sufrido muchas modificaciones con el paso de los años, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1992, pero en este caso con categoría de Monumento.

Frente al mausoleo romano de Llanes podemos visitar el Cerro del Castillo, con los restos (murallas, foso y algún silo) de un castro celtibérico. Cerca hallaremos una necrópolis visigoda, con tumbas excavadas en la roca y sus cubiertas situadas junto a las fosas, en una de las cuales se descubrieron unos pendientes de orfebrería visigoda, de los siglos VI al VII, que hoy día se pueden ver en el Museo de Cuenca. También en el valle se descubrió una necrópolis de la Edad del Hierro, con varias urnas funerarias que fueron destrozadas durante unos trabajos de tendido de tuberías de agua.

Albendea ha gestado su identidad a lo largo de los siglos. Después de la reconquista cristiana de este territorio fue aldea a Huete, población de la que se emancipa en el año 1537. Ese año, a cambio del pago de casi un millón de maravedís, el emperador Carlos V y su madre la reina Juana le conceden el título de villazgo mediante un pergamino que se conserva en el Ayuntamiento.

Otros lugares para visitar en Albendea son el antiguo Campo de Aviación Republicano, el Rincón del Molar, con una cantera de muelas de molino, alguna de ellas totalmente extraída de la roca, o el Cuarto de la Mora, lugar cargado de leyenda y misterio, situado junto a las aguas pacíficas del río Guadiela. Dar un tranquilo paseo hasta Valdeolivas por el antiguo camino con esta población, recientemente recuperado por el Ayuntamiento, nos permitirá trasladarnos a otras épocas, en las que las gentes de estas dos poblaciones se unían a pie o por medio de caballerías.

No hay lugar en el que podamos pasar unas especiales vacaciones si no tenemos dónde dormir o comer. Para pernoctar Albendea tiene La casita del 4, cuyas reservas se pueden hacer llamando al teléfono 699315500 (Nely). Para poder degustar unos excelentes platos de cocina alcarreña tenemos el bar de Miguel y Soraya (tfno. 615875830), que este año gestionan también el bar de la piscina, lugar de cañas o de copas durante todo el verano y, sobre todo, lugar de baño por excelencia. Ingredientes todos ellos para pasar unas vacaciones inolvidables, unas vacaciones perfectas, a los que hay que añadir la amabilidad y el buen trato de las gentes de Albendea, pues este pueblo alcarreño siempre recibe a los visitantes con las puertas abiertos.

CÓMO LLEGAR A ALBENDEA

Desde Cuenca capital. Por la carretera nacional N-320 dirección Guadalajara en 63,6 kilómetros. Son aproximadamente 51 minutos en coche.

Desde Madrid. La ruta más rápida actualmente, porque evita un tramo cortado, pasa por la autovía A-2 y la N-320: 151 kilómetros en casi dos horas.

Desde Valencia. El itinerario en coche pasa por la A-3 y la CM-211 y CM-220 hasta Cuenca capital. Desde allí hay que seguir por la N-320. En total, son 262 kilómetros y 3 horas y cinco minutos.