La Diputación de Cuenca formaliza con la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía la colaboración para sufragar los gastos de funcionamiento que tendrá un importe de 10.000 euros anuales, de esta forma, la institución busca ayudar en los objetivos que persiguen los pueblos situados en la cabecera del Tajo para frenar los continuos trasvases que se realizan hacia el Levante.
El presidente, Álvaro Martínez Chana, ha recibido en su despacho a algunos miembros de la Junta Directiva como son la alcaldesa de Cañaveruelas, María Ángeles Sierra, al alcalde de Alcohujate, José Luis Alcocer, y el alcalde de Buendía, Gregorio Martínez; esta reunión de trabajo ha servido para conocer de primera mano la situación en la que se encuentran los pantanos, así como las reivindicaciones históricas que realizan estos municipios y donde el jefe del ejecutivo provincial les ha concedido “por fin” apoyo económico para que puedan tener una infraestructura adecuada y continuar con sus demandas.
Además, Martínez Chana ha señalado que “hemos sido muy generosos” con todo el Levante español durante muchos años, pero esta política de trasvases debe de cambiarse porque “el Tajo está seco”. El presidente ha hecho hincapié en que el desarrollo turístico e industrial de La Alcarria pasa porque los embalses de Entrepeñas y Buendía tengan agua suficiente. La institución provincial considera que esta comarca sólo puede afrontar, con unas mínimas posibilidades de éxito, el Reto Demográfico “si paran de una vez por todas los embalses que esquilman sistemáticamente este recurso”, ha apuntado Martínez Chana.
Desde la Diputación instan al Ministerio de Transición Ecológica a que ponga en marcha las desoladoras porque se cumplirá un doble objetivo, por un lado, todos los regantes del Levante tendrán garantizada el agua para su desarrollo económico, mientras los pueblos de Cuenca y Guadalajara consiguen el agua que necesitan para poder impulsar la economía necesaria y fijar población.