La Asociación de Danzas y Paloteos de Moncalvillo de Huete celebra 15 años conservando y transmitiendo la tradición

Continúan formando a jóvenes y niños en su Escuela anual de Danzantes, perpetuando esta seña de identidad, dinamizando la vida local y alargando el veraneo en el pueblo

La Asociación de Danzas y Paloteos de Moncalvillo de Huete ha celebrado su 15º Aniversario haciendo lo que más motiva e impulsa a quienes la pusieron en marcha y su principal razón de ser: formar a futuros danzantes para conservar esta tradición centenaria, una de las señas de identidad de los moncalvilleros y sus descendientes que desde pequeños llevan la danza metida en el alma.

Como expone su presidenta, Mª Ángeles Rodríguez, un verano más han organizado la Escuela anual de Danzantes contando con una elevada participación de niños y adolescentes de diferentes edades y recibiendo una gran acogida por parte de la población de Moncalvillo. Unos y otros disfrutan con las clases de formación y los ensayos, observando, participando e incluso alargando sus vacaciones de verano en este pequeño pueblo de la Alcarria conquense. Gracias al trabajo de esta entidad, son muchos los que continúan visitando su localidad de origen o de sus antepasados, no solo en época estival, sino también los fines de semana del resto del año, especialmente cuando tienen actuaciones en otros municipios.

Evitar que los paloteos se pierdan y potenciar este patrimonio inmaterial del pueblo es el objetivo con el que nació una de las asociaciones de danzantes más longevas y activas de la comarca. Rodríguez destaca «la importancia de todos los voluntarios que se desviven por conservar las tradiciones de los pueblos de la zona, algo difícil y complicado dada la creciente despoblación y la escasez de apoyos por parte de las instituciones». De hecho, la presidenta explica que en su caso ni siquiera cuentan con un lugar para realizar sus ensayos y tienen que hacerlos a la intemperie, con las limitaciones meteorológicas que esto conlleva en temporada de lluvias, frío intenso o calor sofocante. Hace tiempo que buscan una sede donde poder reunirse, practicar y guardar sus pertenencias (trajes, palos, vara, etc.), dadas sus limitaciones económicas para afrontar una inversión tan grande.

Eso sí, combinando tradición y modernidad, difunden su labor a través de todas las redes sociales, en las que están presentes para mostrar que, más allá de las jotas o las sevillanas, existe otro tipo de folclore en nuestro país y que también hay jóvenes que apuestan por él.

Rodríguez recuerda que son muchos los moncalvilleros que han dedicado su tiempo a conservar una tradición que es mucho más que un recurso folclórico, pues la cultura local desempeña un papel importantísimo a la hora deintensificar el arraigo y la identidad de la tierra para después protegerla, recuperarla y transmitirla a generaciones futuras. Su esfuerzo incansable salvando todas las dificultades es el mejor homenaje a todos los danzantes, dulzaineros, tamborileros y alcaldes de la vara ya desaparecidos a los que hace referencia la placa de la escultura que colocaron en la celebración del 10ª Aniversario de una asociación que, cinco años después, sigue luchando por el futuro de la danza y el paloteo en Moncalvillo.