Convocados por la Asociación VivirBarajas, los vecinos de Barajas de Melo se concentrarán este domingo 6 de marzo en la
Plaza de la Constitución del municipio a las 13:00 horas. De esta forma quieren hacer patente, según indican en nota de prensa «su malestar y su indignación por la instalación en el pueblo de una macrogranja con 2.690 cerdas reproductoras y cuya magnitud amenaza con arruinar el futuro del pueblo debido a su alto poder contaminante». Con este fin han elaborado un manifiesto en el que exponen «los riesgos para el municipio que representa una instalación de este tipo».
Así, señalan que «con la concesión de agua que acaba de autorizar la Confederación Hidrográfica del Tajo, la macrogranja que se proyecta en esta localidad conquense entra en la recta final de su tramitación. La explotación producirá 18 millones de litros de purines cada año que emitirán a la atmósfera 26.591 kilos de amoníaco y 78.987 kilos de metano y consumirá más de sesenta mil litros diarios de agua, casi la mitad de lo que consumen los habitantes del pueblo».
Los beneficios socioeconómicos que podría suponer esta explotación para la economía de Barajas de Melo «son prácticamente nulos. Su avanzada mecanización hace que apenas generen empleo estable ni de calidad por lo que no contribuyen a fijar población».
Sin embargo la macrogranja «sí contribuirá a la merma de la calidad de vida de sus habitantes porque contamina los acuíferos, devalúa el valor de las casas y contribuye a la despoblación, porque ¿quién querría vivir en un pueblo inundado de malos olores, moscas y aguas contaminadas?-. Además son, nocivas para la salud por los gases que emanan los purines. ¡Cuánto más cerca se está de una macrogranja mayor es el deterioro pulmonar!», sentencian en su comunicado.