J.J.D. / Vocesdecuenca.es
Un estudio elaborado por investigadores de las universidades de Oviedo y Autónoma de Madrid apunta que de haberse adelantado el confinamiento una semana (del 14 al 7 de marzo) el número de contagios confirmados en la provincia de Cuenca se hubiese reducido en un 97,3%. Los 497 positivos registrados a 4 de abril se hubiesen quedado según sus cálculos en tan sólo 14. Es decir, se hubiesen evitado 483 casos.
El informe también calcula cuántos contagios se han evitado por la declaración del Estado de Alarma en el ecuador de marzo. Sin esas medidas la provincia conquense hubiera pasado de 497 a 6750, un 92% más. Se han esquivado, por tanto, 6.253.
En el conjunto de España, la cifra de infectados el 4 de abril habría sido de 47.000, algo más de un tercio de los efectivamente registrados en esa fecha, adelantando las limitaciones de movilidad al 7 de marzo. «Tal disminución hubiera evitado probablemente el colapso de muchos hospitales en nuestro país», apuntan los autores.
Las medidas que sí se aplicaron han conseguido, según el informe, restar en 491.000 las infecciones confirmadas, lo que representa una reducción media del 79.5% en el número de contagios.
Metodología
Los autores, Luis Orea (Universidad de Oviedo) e Inmaculada Álvarez (UAM), estiman un modelo econométrico de la evolución del número acumulado de contagios por coronavirus utilizando datos diarios a nivel provincial desde el inicio de la epidemia hasta el 4 de abril. El modelo supone básicamente que la tasa de crecimiento de los contagios en cada provincia (tcc) es una función flexible (un polinomio de tercer grado) del tiempo transcurrido desde el inicio de la epidemia en la propia provincia, del valor medio de la misma variable en las provincias limítrofes y de tres indicadores del tiempo transcurrido desde el confinamiento que se interaccionan con algunas de las variables anteriores. Los resultados de la estimación confirman el esperado patrón en forma de S para el perfil temporal de la tasa de crecimiento del stock de contagiados y el efecto negativo del confinamiento sobre esta variable una vez transcurridas dos semanas desde su inicio. También se encuentra que el tiempo desde el inicio de la epidemia en las provincias vecinas (que está muy correlacionado con sus tasas acumuladas de contagio) tiene un efecto positivo muy significativo sobre tcc antes del confinamiento pero no después. Estos resultados apuntan a que el confinamiento de la población ha ayudado a reducir el ritmo de contagios, tanto internamente como mitigando la difusión del virus entre provincias.
Utilizando el modelo estimado, en el trabajo se simula la evolución de los contagios que se habría producido en cada territorio si no se hubiera decretado el confinamiento de la población o si esta medida se hubiera adoptado una semana antes.
Cuenca
El estudio destaca que el confinamiento ha beneficiado especialmente a las provincias que están más cerca de los principales epicentros del COVID-19 ya que el estado de alarma ha roto el círculo vicioso de contagios entre territorios.
En el caso de Cuenca, los investigadores ponen el foco en algunas circunstancias para explicar sus cifras reales y las simulaciones. Enfatiza su condición de provincia limítrofe con Madrid, importante foco de contagio, y por eso el bloqueo de movilidad ha sido mucho más decisivo que en otros territorios
En ese hilo argumental, señala que es una de las provincias con más número de segundas residencias per cápita y que fue uno de los territorios donde más tarde empezó la pandemia, siempre de acuerdo a los datos oficiales.
