El Obispado de Cuenca ha formulado una invitación a las parroquias de la Diócesis para hacer sonar las campanas de las iglesias para que «a la hora del Ángelus suenen las campanas de nuestros templos para invitar a orar a quienes permanecen en casa y hacer llegar, a quienes sirven y trabajan, la ayuda del Señor y el agradecimiento de la Iglesia».
Según ha indicado el Obispado en su página web, «en estos días de singular y dolorosa experiencia ciudadana y eclesial, a la que nos ha llevado la pandemia del coronavirus, la Iglesia Católica está llamada a ofrecer sus recursos en favor de los afectados así como la presencia del Señor que salva, animando a todos los cristianos a interceder ante la Madre de Dios, que nos ampara y escucha nuestra oración».
Esta iniciativa, según precisan los propios convocantes, está especialmente dirigida a los trabajadores de todos los Centros y Servicios Sanitarios; equipos de Emergencias, Protección Civil y Fuerzas de Seguridad del Estado; equipos de Pastoral de la Salud y voluntarios; personas de riesgo: niños, mayores y enfermos crónicos; padres, madres, abuelos y educadores, los que están viviendo esta situación de emergencia en soledad, quienes carecen de hogar o de lo imprescindible para vivir, autoridades públicas y los sacerdotes y monasterios.