El crecimiento de los pisos turísticos en Cuenca ha generado un intenso debate sobre su impacto en el sector hotelero y la necesidad de una regulación más estricta. Según el secretario de la Agrupación de Hosteleros de Cuenca, Diego López Carro, este tipo de alojamientos son los que más están creciendo actualmente, suponiendo ya más del 20% de las plazas de hospedaje en la provincia.
«La mayoría de las nuevas plazas creadas en los últimos años pertenecen a este tipo de alojamiento», ha explicado López Carro, quien destaca que este fenómeno responde a una demanda social que no deja de aumentar. Sin embargo, también advierte de la importancia de establecer controles adecuados para evitar problemas como la competencia desleal y la proliferación de alojamientos ilegales.
De hecho, los datos de plazas turísticas en diferentes espacios destinados a viajeros han aumentado de manera considerada en cinco años, según fuentes de la Delegación de la Junta de Comunidades en Cuenca. En casas rurales de la provincia, en diciembre de 2020 había 2.963 plazas, mientras que en marzo de 2025 se han incrementado a las 3.907. En los hoteles, pasan de las 2.647 a finales de 2020 a 3.002 actualmente; al igual que los sitios en albergues (de 386 a 600) y en campings (de 2.649 a 2.779). Donde más se nota el aumento es en apartamentos y VUT, que de las 2.205 plazas se han ampliado a las 3.580, que suponen un 62% más en territorio conquense.
Los hoteleros consideran que falta regulación
Uno de los principales problemas identificados por los hoteleros es la falta de regulación y fiscalización en algunos casos. «Un alojamiento turístico tiene que cumplir con una serie de normativas, pagar impuestos y estar dado de alta legalmente, al igual que cualquier otro establecimiento hotelero», ha recalcado López Carro a Voces de Cuenca. En este sentido, denuncia la existencia de pisos que operan sin las licencias correspondientes, lo que genera una situación de desventaja competitiva para los establecimientos reglados.

A pesar de la preocupación del sector, el secretario de los hosteleros conquenses considera que la clave no está en limitar el crecimiento de los pisos turísticos, sino en garantizar que se cumplan las normativas vigentes. «Si todos juegan con las mismas reglas, la competencia es buena y permite ofrecer una oferta más variada y amplia a los turistas», señala.
Detectar alojamientos irregulares
López Carro también subraya que la administración tiene herramientas para detectar los alojamientos irregulares, ya que estos dependen de plataformas digitales para su comercialización. «Es muy fácil localizar a los pisos que operan sin licencia, ya que necesitan publicitarse en internet para captar clientes. Solo hace falta voluntad para fiscalizarlos y sancionarlos», afirma.
En cuanto a los efectos sobre la disponibilidad de vivienda en la ciudad, el representante de los hosteleros sostiene que, aunque los pisos turísticos suelen ser señalados como responsables del encarecimiento del alquiler, hay otros factores que influyen más en este fenómeno, como la ocupación ilegal y la existencia de viviendas vacías que no se ponen en el mercado de arrendamiento tradicional.
Sobre el futuro de la regulación en Cuenca, López Carro propone la creación de una mesa de trabajo donde administraciones y sectores implicados analicen la situación y busquen soluciones antes de que el problema se agrave. «En otras ciudades ya están sufriendo los efectos de una proliferación descontrolada de pisos turísticos, y tarde o temprano, esa situación podría llegar aquí. Lo ideal sería anticiparnos y evitar que se repitan los mismos errores», concluye.