Oficio y juventud. Clase y eficacia. A estas cualidades más complementarias que antagónicas ha recurrido la Unión Balompédica Conquense para imponerse por 0-2 en el partido que le ha enfrentado este domingo al colista, el CD Marchamalo.
Desde los primeros minutos blanquinegro demostraron su ambición. Un temprano tiro de Coba de Costa, que recibió pronto una fuerte entrada en una de sus internadas, o una gran jugada de Mendoza abortada por fuera de juego de Herranz revelaban que los visitantes no iban a especular con el resultado ni a conformarse con el empate. Habían viajado para ganar.
El equipo local respondió a ese planteamiento también con intensidad, que marcó el primer tramo del partido junto al juevo dividido. En el minuto 25 fue Luca quien la tuvo con un remate tras un córner que se marchó fuera. Poco después era Bernabeú el que repelía un disparo lejano de los guadalajareños.
El Conquense la estaba buscando -hubo poco después otra ocasión de Coba- y la acabó encontrando. Fue el juvenil Pablo Mendoza, que jugaba su segundo partido con el primer equipo, el que enchufó el primero de los goles balompédicos. Lo hizo en el 39, remantando en el centro del área un gran centro de Jario Cárcaba.
Con ese 0-1 se llegó al descanso. Pero poco cambió en los de Rober Guitiérrez; seguían sin conformarse. En los primeros minutos tras la reanudación estuvo muy cerca el segundo en sendas ocasiones en las botas de Cárcaba y Fernández, pero faltó ese plus.
Avanzaba el partido sin que el Conquense perdiese posiciones ni compostura, más bien al contrario, aunque ello no impidió que el Marchamalo rozase el empate en el 65 con un doble remate de Bryand que atajó -primero con despeje y luego atrapando el balón- un Bernabeú muy seguro.
Hubo intercambio de acercamientos peligrosos que inmunizaron ante cualquier exceso de euforia o confianza. Y, para espantar miedos, Antonio Fernández sentenció en el 88. Jario recuperó con mucho pundonor un balón, que llegó entre líneas a a Héctor Rubio para asustur al autor del gol, que supo definir como los grandes.
Ya no hubo tiempo para mucho más, solo para celebrar otro triunfo que mantiene al equipo de Cuenca en la zona alta de la clasificación.