Durante el pasado fin de semana, el Monasterio de Uclés (Cuenca) fue escenario de los actos de investidura de nuevos Caballeros Templarios que se incorporaron a la Gran Orden Templaria de Santiago Apóstol, cuya sede se encuentra en este emblemático monasterio conquense.
Esta orden se considera heredera de la tradición de la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, también conocida como la Orden del Temple. Esta fue una de las más importantes órdenes militares católicas de la Edad Media, fundada por Hugo de Payns con el objetivo de proteger a los peregrinos cristianos que viajaban a Jerusalén tras la Primera Cruzada, especialmente en la ruta entre el puerto de Jaffa y la ciudad santa.
Los postulantes, procedentes de diversas regiones de España como Cataluña, Cantabria, Andalucía o Baleares, fueron recibidos por caballeros veteranos, quienes los guiaron a lo largo del proceso de investidura. Durante la jornada del sábado, los aspirantes participaron en un retiro espiritual y realizaron los ritos de investidura en la más estricta intimidad. Según fuentes internas, entre estos ritos se incluye la tradicional vela de armas, que se lleva a cabo durante la noche previa a la investidura.
El domingo, la investidura se celebró de manera pública en la Iglesia de Uclés, con la presencia de familiares, amigos y público en general, consolidando así la incorporación oficial de los nuevos caballeros a la orden.
Además, el domingo 2 de marzo, se firmó en el Monasterio de Uclés un Tratado de reconocimiento mutuo, amistad, hermandad y cooperación entre la Gran Orden Templaria de Santiago Apóstol y la Orden de Caballeros de Santiago de La Mancha. La firma fue refrendada por los respectivos Maestres de ambas órdenes en presencia de sus miembros, consolidando así un vínculo de colaboración entre estas entidades de tradición templaria.
