Juan Clemente Gómez
La voz de Tristán me despertó en medio del profundo sueño: ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? Tristán todo lo cuestiona, no se fía de nada ni de nadie, no respeta pautas de comportamiento ni costumbres ancestrales. Tan obsesionado se encuentra en sus cavilaciones que para nada le importa El gran viaje de… Pepito Pajarito, algún día se encontrará en un grave aprieto existencial.
INFANTIL
El gran viaje de… Pepito Pajarito.- Álvaro Colomer.-Editorial Edebé
Un cuento que habla de la libertad, de la fuerza de voluntad y del maltrato animal:
Pepito Pajarito era tan pequeño que dormía en un calcetín. Vivía en una jaula con otros pájaros que siempre lo molestaban. Hasta que un día se cansó de sufrir y se escurrió entre los barrotes de la jaula, corrió hasta la cornisa del edificio y, aunque no sabía volar, saltó al vacío. (A partir de 6 años)
La voz de Tristán.-Laura Romero Fernández.- Editorial San Pablo
Bello álbum con ilustraciones de gran impacto expresivo y colorista, dedicado “A todos aquellos que están buscando su voz”.
El día que Tristán nació había tanto ruido que sus oídos se taparon y su voz se escondió. Cuando Tristán creció, quiso ir a buscar su voz fuera de la aldea con la esperanza de que la encontraría perdida en algún lugar lejano. En el Bosque del Silencio buscó inútilmente su voz debajo de cada hoja, debajo de las piedras, hasta que vio un oso abrazado a un gran árbol…. (A partir de 6 años)
ADULTOS
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?.-Jeanette Winterson.-Editorial Lumen
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los dieciséis años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Extraña pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella una aliada en su misión religiosa, y en cambio se las tuvo que ver con un ser extraño que pedía a gritos su porción de felicidad.
Armada con dos juegos de dentadura postiza y una pistola escondida bajo los trapos de cocina, la señora Winterson hizo lo que pudo para disciplinar a Jeanette: en casa los libros estaban prohibidos, las amistades eran mal vistas, los besos y abrazos eran gestos extravagantes, y cualquier falta se castigaba con noches enteras al raso, pero de nada sirvió. Esa chica pelirroja que parecía hija del mismo diablo se rebeló, buscando el placer en la piel de otras mujeres y encontrando en la biblioteca del barrio novelas y poemas que la ayudaran a crecer.
Eso y mucho más es lo que ofrecen estas páginas excepcionales, donde alegría y rabia andan de la mano: un libro de memorias destinado a convertirse en un clásico de la literatura contemporánea:
Nunca creí que mis padres me quisieran. Yo intenté quererlos pero no funcionó. Me costó mucho aprender a amar, tanto a dar como a recibir. He escrito sobre el amor de forma obsesiva, casi forense, y sé/sabía que es el valor supremo. Por supuesto, amaba a Dios, al principio, y Dios me amaba. Eso era algo. Y amaba los animales y la naturaleza. Y la poesía. El problema lo tenía con la gente. ¿Cómo se ama a otra persona? ¿Cómo confías en que otra persona te quiere?No tenía ni idea.
Pensaba que el amor era una pérdida. ¿Por qué la pérdida es la medida del amor?