El Anaquel del 12 de enero

    Juan Clemente Gómez

    INFANTIL

    Un embrollo negro petróleo .-Autor : Pierdomenico Baccalario y Alessandro Gatti
    Ilustrador : Tommaso Ronda.-Editorial Edebé

    El misterio es un asunto de familia

    En este nuevo libro, los Intrigo deben proteger a un profesor de una conspiración internacional. El profesor Richard Griffits es el último obstáculo para que las petroleras puedan perforar el mar del Norte holandés. ¡En esta familia tan especial incluso los más pequeños tienen misiones importantes!:

    “Para ser un cadáver, vestía con una elegancia espectacular: traje de lino celeste, zapatos blancos, una bolsa con la comida que se había zampado durante la espera y un pequeño ventilador para mantenerse fresco. Se atusó el bigote, complacido de que el plan hubiera funcionado a la perfección: la habitualmente inaccesible capilla del Patriarca Dióscoro estaba a su completa disposición, sin que hubiera mirones que arruinaran el plan. Zelda intercambió con su padre un gesto de entendimiento y tiró su bolsito negro dentro del ataúd vacío. Tras sacudirse brevemente, la cartera empezó a despedir chorretones de espuma sintética, que llenaron en poco tiempo la caja, para solidificarse y ganar volumen de inmediato. Luego, con la misma habilidad y el mismo destornillador con los que la había destapado, la chica volvió a cerrarla”. (A partir de 10 años)

    La tierra de las papas.-Paloma Bordons.-Editorial SM

    A María se le cae el mundo encima cuando su padre le dice que se trasladan a vivir a Bolivia. Un mundo desconocido que le reserva sorpresas que ella no espera. ¿Hasta qué punto el azar puede cambiar la vida de una persona?

    Una novela que muestra los problemas de adaptación y, también, la capacidad de superación personal:

    “Puede que un instante antes pensara que Madrid era un asco, el colegio un rollo y Bea una creída chismosa. Pero eso era cuando creía que tenía Madrid, colegio y Bea para rato. Ahora que podía perderlos, me importaban como nunca. Y el que quisieran separarme de ellos era algo que me llenaba de rabia. Una puede gritar bastantes cosas ridículas cuando está rabiosa. Y lo peor es que, cuando se da cuenta de las tonterías que ha dicho, se pone más rabiosa todavía. Y cuando comprende que ponerse rabiosa no va a cambiar en nada las cosas…, ¡vaya! Con toda la rabia acumulada se podría encender una bombilla de cien vatios. Porque yo creo que la rabia es una especie de energía, aunque no se estudie en clase de física. Aquel día gasté tanta energía que me quedé agotada. Cuando una está muy cansada, no puede sentir bien rabia. En cambio, es la situación ideal para sentir pena por una misma. Para sentir pena por una misma, se recomienda tumbarse en la cama (mejor boca abajo) y pensar en lo desgraciada que se es y en lo mal que te trata el mundo. Se empieza pensando en la desgracia actual (en mi caso, el viaje a Bolivia). Pero luego vale pensar en todo tipo de desgracias que le hayan pasado a una, incluso las que no vengan a cuento. Normalmente, al poco rato de pensar estas cosas se le desbordan a una los ojos y es muy triste y al mismo tiempo muy agradable. Se acaba una durmiendo y al día siguiente se despierta con los ojos resecos y con la cara llena de churretes. Y durante unos instantes se siente descansada y casi contenta hasta que se acuerda de que…, ¡qué demonios!, la quieren llevar a Bolivia. Y como una ha recuperado las energías, puede ponerse furiosa de nuevo, y luego sentir pena…, y así sucesivamente. Por eso los preparativos de mi viaje a Bolivia fueron tan agotadores”. (A partir de 10 años)

    ADULTOS

    Educación

    Desafío en el aula.-Manual práctico para llevar los juegos de escape educativos a clase.-Christian Negre & Salvador Carrión del Val.- Ediciones Paidós

    Un manual práctico y muy divertido para llevar la gamificación en forma de juegos de escape al aula. Un método que mejora la atención de los alumnos y ofrece un mundo de posibilidades a los docentes.

    Los juegos de escape se han popularizado en los últimos años y la última barrera que les quedaba por traspasar era la de las aulas de nuestras escuelas. Con una fuerte base teórica y repleto de ejemplos prácticos para aplicar en el aula desde el primer momento, Desafío en el aula se convertirá en el libro de referencia para docentes que deseen que sus alumnos disfruten y aprendan en clase sin límites.

    “Tanto o más importante que la pregunta ¿Qué es un juego de escape educativo?» es « ¿Por qué utilizar un juego de escape educativo?». ¿Qué razones hay para dedicar tiempo, recursos y energía en llevar al aula una actividad como esta y no optar por otra propuesta más convencional? Para ello es necesario recordar que la docencia es un trabajo tremendamente gratificante, pero mucho más complejo que lo que se imaginan las personas ajenas al mundo educativo. Seguro que a cualquier profesor le resulta familiar esta situación: llegas a tu clase con una lección bien preparada, dominas la materia de la que hablas y puede que incluso tengas una presentación perfectamente diseñada proyectada en la pantalla. Comunicas utilizando todos los trucos del orador; miras a los ojos, haces inflexiones de voz, muestras interés y pasión en tu discurso y notas que la comunicación fluye y que todo está funcionando correctamente. De repente, sales de tu trance, callas por un segundo y miras a tu alrededor, seguro de que te vas a encontrar rostros ensimismados y caras de aprobación, y de hecho puede que haya alguna, pero desde luego no tantas como esperabas. Parte del grupo mira hacia otro lado, pensando en sus cosas, a alguno se le nota que está a punto de hacer alguna trastada, solo unos pocos alumnos parecen haber conectado contigo. Se te escapa un leve suspiro mientras una pequeña espina se clava en tu orgullo docente y vuelves a la carga intentando no desesperarte esperando, con poca fe, que a la próxima el resultado sea diferente. La buena noticia ante esta situación tan frustrante para muchos docentes es que hay solución. La atención de los grupos ante un modelo comunicativo pasivo, en el que uno habla y los demás escuchan, está ampliamente estudiada. Los resultados varían entre un análisis y otro, pero todos ellos coinciden en apuntar que al menos la mitad de los alumnos que escuchan de forma pasiva tienden a estar desconectados. Este es el porcentaje de estudiantes que no están escuchando en absoluto, pero que están tranquilos y en silencio, pensando en sus cosas hora tras hora, en un estado de abstracción digno de un monje budista mientras esperan que las clases vayan pasando hasta que llegue el momento de volver a casa….”