Nicolás Poveda Peñas
Estos días pasados hemos sido testigos de un acontecimiento, ideado, generado y protagonizado por un personaje al que le aplicamos un calificativo que conforme al diccionario de la RAE le corresponde como adjetivo, que es el de fantasma, en su 5ª acepción, que se entiende a aquel de “persona envanecida y presuntuosa”, amen del nombre de igual razón “mentiroso compulsivo”.
Se trata del show, con el que nos ha deleitado el presidente de la Moncloa, con el espectáculo que ha montado de la destrucción de armas que dice han sido entregadas como signo de derrota por los miembros de las bandas asesinas ETA y GRAPO.
No se trata, en cuanto a la aplicación del nombre y apellido indicados, de un mero ejercicio escrito, sino porque opino que es la verdad en cuanto a la idea, la generación y el protagonismo que ha montado para su gloria y farfolla, palabra, que siguiendo con el texto antes citado significa “cosa de mucha apariencia y poca entidad”, así como aparecer sin límite, en las fotos de los medios que es una de las cosas que más le agrada.
No sé si el bruñidor de la degradante movida ha sido su Secretario de Comunicación Miguel Ángel Oliver o Iván Redondo Jefe del Gabinete o el propio presidente, pero la realidad es que ha sido, dicho engendro realizado desde las altas autoridades del país.
Como dato para el despiste, ha aparecido como organizador de esa burla de evento, un denominado Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, el que tan rimbombante título, acoge una fundación que tiene como objetivo, ser museo, archivo de documentos, ser centro de publicaciones, pero en ningún caso centro de apoyo de las víctimas del terrorismo, lo que comprobamos previo examen en internet de sus actividades, una presentación con la prestigiosa Fundación Fernando Buesa Blanco de un libro sobre terrorismo y la publicación de unos libros nada más. Llama asimismo la atención el hecho de que, a pesar de realizar alguna reunión en algún sitio, a la que asistieron por un lado El Rey de España y en otra, el anterior presidente del Gobierno, el día 25 de Febrero de 2020 el actual inquilino de la Moncloa anunciaba la pronta apertura del Memorial, que había sido creado en papel en 2015, fechas que no cuadran.
Es más, si seguimos indagando en internet sobre dicha fundación Memorial, vemos que el 100% del dominio de la misma corresponde al Ministerio del Interior, aun cuando aparezcan como posibles otras personas jurídicas, pero estas con un 0% de dominio, cada una y lo que es peor, entre todas. De lo que se desprende, que la actividad realizada con las armas que se dicen de ETA, como venimos manteniendo no es una actividad propia de las victimas del terrorismo o en la que ellas hayan intervenido en algún modo, sino que se trata de una maniobra del Ministerio del Interior, para autobombo tanto del ministro Grande como del inquilino de la Moncloa.
La relevancia de la actividad de esta fundación es tan “grande” que a este evento de las armas no ha acudido, ninguno de los expresidentes del Gobierno, que según se dice, todos habían sido invitados, tampoco el anterior presidente socialista, al que por mis notas anteriores saben la razón por la que le llamo zapatitos; ni tampoco asistió ninguna de las asociaciones de víctimas, solo aparecen en la foto personas uniformadas, lo que puede representar, y creo me equivoco poco, que estaban allí por orden recibida de superior, y algún civil que no se dice quién es, en ningún diario que siguió el acto.
Bueno, en primer lugar, tenemos como autor en papel del folletín a una fundación, pero todo el mundo, medios de prensa, Tv y publico en general, apunta a quien se había preparado un acto para la mayor gloria y honor del que está en la mente de todos que no es otro que el inquilino de la Moncloa
En segundo lugar, es importante destacar cual era el objeto de tan glorioso momento, era, según dijo el inquilino de la Moncloa, celebrar que, con la entrega de las armas, ETA había sido derrotada.
La verdad es que no se sabe bien quien es el autor de tal burla, porque decir eso en esos términos, y ante el colectivo de víctimas del terrorismo, es una burla.
Esas armas ya no eran nada, ni habían sido entregadas por ETA y GRAPO, habían sido intervenidas en su día, en las actuaciones seguidas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que son los que corrieron el riesgo de la acción de esos malnacidos e incluso algunos sufrieron sus consecuencias. Armas por tanto intervenidas, que sirvieron como medio de prueba en los juicios y por tanto sin haber sido entregadas por los asesinos, y además sin valor alguno, porque todo el mundo conoce que la intervenirse en un acto criminal como el que estos habían realizado, se inutilizan. Ya no servían para nada, no generaban riesgo alguno.
Entonces, resulta que la motivación del evento tiene que ser otra, y esta era el simbolismo en público con prensa y música, el machacarlas con una apisonadora, y poder decir que han sido entregadas por la banda asesina. Y resulta que lo uno y lo otro es incierto, es simplemente mentira, otra más.
Cabe preguntarse, símbolo de qué, si allí solo había un montón de armas, sin ninguna identificación, y, en segundo lugar, lo de que habían sido entregadas por la banda en base a su derrota, no se lo cree ni él. No han sido entregadas en ningún momento. Como hemos dicho habían sido intervenidas por los CC y FF. SS del Estado en contra del deseo de sus tenedores, que las utilizaban para sus asesinatos.
Todo se preparó y quedaba muy bien para que el inquilino de la Moncloa dijera que la presencia de las armas era por entrega de sus dueños como signo de derrota, pero mira por donde, este país y este paisanaje como decía Azorín va tomándole el pulso y se ha tomado sus palabras como una burla tal como aparece en prensa escrita, digital etc.
Pero lo que yo opino que es lo más grave, es que tal acto, no es más que una burla para todos aquellos que murieron o resultaron lesionados muy gravemente en los atentados cometidos por estas alimañas, víctimas que merecen un respeto general y un homenaje nacional, y en cuanto a la derrota falta por acabar con los rescoldos que aún quedan de lucha, porque aún queda la averiguación de los autores de los atentados no esclarecidos, lo que no solo es de Justicia humana y de sentido común y ciudadano, sino también cumplimiento de orden dada por el Parlamento Europeo.
Pero claro si hiciera eso, sería grave para el citado inquilino, ya que se podrían molestar los que le sostienen en el poder y le permiten a él y a los suyos los extravíos que estamos presenciando como los del ministro Ábalos.
Pobrecitos terroristas, sin siquiera pedir perdón, ni siquiera con la boca cerrada o entre dientes, están consiguiendo la reducción de sus condenas; sus traslados a cárceles de Vascongadas o provincias limítrofes, Y, por el contrario, a las víctimas ni el pan ni la sal, solo se les concede el desdén y el olvido, ni siquiera el mínimo reconocimiento de su máximo sacrificio.
Pero en vez de eso, se monta por el de la Moncloa un numerito espectáculo sin el menor rubor ni reparo para su gloria y honor, como si él hubiera hecho algo contra el terrorismo, y se autoproclama gobernante, desgraciadamente solo nos queda el sonido de la carcajada del país entero en su contra por su indigna conducta.
Ya se están despachando a gusto, como se suele decir, los distintos medios de comunicación sobre dicho postureo del gobernante, pero es evidente que hemos de insistir en su indignante conducta, rechazada incluso por sus mas próximos, lo que nos ha llevado a considerarlo como decíamos al principio un mentiroso compulsivo y una persona envanecida y presuntuosa.