Jesús Ortega – Presidente de FADETA y ex presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía
El agua siempre ha sido un quebradero de cabeza en esta tierra. Año tras año, hemos asistido a una cadena de despropósitos políticos que levantaban la mano para trasvasar el agua del Tajo al Levante, robándonos un bien de vital importancia para nuestros pueblos, limitando nuestras oportunidades y posibilidades de crecimiento mientras otros sí las tenían, y alimentando al fantasma de la despoblación haciendo que se cebase con esta tierra, porque nadie puede negar que sin agua no hay vida, no hay futuro.
La emergencia y gravedad a la que habíamos llegado nos llevó a crear en 1993 la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, organización que presidí durante varios años. Sus principales objetivos eran la defensa de los intereses de los municipios ribereños, la coordinación de proyectos e iniciativas que atendiesen las carencias y necesidades de los municipios asociados y promover el desarrollo económico y social de nuestros pueblos, además de obtener compensaciones económicas directas para los municipios por los perjuicios ocasionados por el trasvase TajoSegura y su participación en los ingresos que generase.
Esta Asociación consiguió algunos logros y las decisiones siempre fueron unánimes, porque por encima de los colores políticos primaba la sensatez y el sentido común. Es importante recordar que, en 1994, el ministro Josep Borrell concedió 3 millones de euros para realizar inversiones para la mejora del abastecimiento en la comarca, siendo presidente de Castilla-La Mancha José Bono. En 2007, firmamos un convenio con la ministra Cristina Narbona y con el entonces presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, por la que se nos
concedió 175 millones de euros, que sirvieron para crear la Mancomunidad y realizar inversiones que nos permitieron crear el azud de Pareja, puentes y otras infraestructuras. De ese dinero, quedaron 40 millones que el Ministerio ha traspasado a la Junta de Comunidades y que se destinarán a mejoras en los municipios ribereños.
Ahora, todas las comunidades autónomas están protestando por lo que ha conseguido Castilla-La Mancha con Emiliano García Page como presidente, que no es otra cosa, que el derecho a tener garantizada un agua que nace en nuestro territorio y que es tan necesaria para nosotros como para el resto. El Levante ha conseguido ese progreso que a nosotros se nos ha negado durante décadas, pero ahora, gracias a la sensibilidad que el Gobierno de España ha demostrado hacia las necesidades de Castilla-La Mancha, es nuestro turno.
Por eso, resulta especialmente llamativo que haya voces desde el interior de nuestra tierra, y especialmente de la provincia de Guadalajara y de la comarca de FADETA (que han sido históricamente los territorios más castigados y afectados por el saqueo del agua del Tajo) quienes ahora pongan el grito en el cielo cuando se ha conseguido algo que era justo.
¿Acaso es lógico tirar piedras sobre nuestro propio tejado? ¿Preferimos seguir padeciendo las graves consecuencias que la falta de agua genera en el desarrollo de nuestros pueblos?. Sinceramente, creo que siempre, pero especialmente en asuntos de vital trascendencia como es el agua, los intereses partidistas y políticos deben quedar al margen y todos debemos felicitarnos cuando se ha conseguido un hecho histórico que responde a poner fin a una injusticia. Pero es que, además, ha sido una solución en la que se ha puesto sobre la mesa medidas
importantes para no dejar en el camino al Levante (algo que, si no recuerdo mal, no se puso en ningún momento para Castilla-La Mancha).
Este logro ha sido un logro de todos, del Gobierno regional, de las asociaciones, de los municipios y de los agentes sociales de nuestra región, en definitiva, un logro de la sociedad castellano manchega en su conjunto. Y, sin duda alguna, abre muchísimas posibilidades y oportunidades para el medio rural de CastillaLa Mancha. Aprovechémoslas en lugar de batallar entre nosotros mismos.