Pedro J. García Hidalgo
Que alguien de la propia casa, o de la de enfrente, haya intentando intoxicar a un medio de comunicación regional y nacional, y que éste haya picado, con el rumor de que Casado quería relevar a Paco Núñez de la presidencia del PP de CLM y de la candidatura a la presidencia del gobierno regional; que ese rumor haya sido desmentido fulminantemente por la dirección nacional del partido; y que el propio Casado haya querido evidenciar pública y notoriamente el apoyo, sin fisuras, a Núñez, con una visita “privada” a los campos de lavanda en Brihuega, muestra bien a las claras la potencia e importancia política del presidente regional de los populares. Y es que a Paco Núñez se le está empezando a poner cara de presidente del gobierno regional, a pasos agigantados.
No he sido de los que confiaba en Paco Núñez desde el minuto uno. Que viniese, al parecer, muy de la mano de Cospedal, no me producía buenas sensaciones, por razones que no vienen al cuento.
Una persona de enorme capacidad política, con la que tengo una muy buena amistad y que sí ha confiado siempre en Núñez, fue la que me llevó a empezar ver de otra manera al líder regional del PP. Después, él mismo, se ha encargado de despejar mis iniciales dudas.
Paco es un trabajador incansable. Podemos ver cómo ser recorre la región de norte a sur, y de este a oeste, día tras día. Visita las grandes ciudades y los pueblos más pequeños de nuestra extensa geografía regional.
Bajo su dirección, el PP en las Cortes castellano-manchegas ha presentado mil y una iniciativas que están conformando un atractivo programa de gobierno alternativo al del socialista Page, o al de la ministra portavoz, que todo pudiera pasar.
Núñez viene de la vida municipal y eso para mí es una garantía de buen hacer. Ha sido alcalde de Almansa y eso asegura que no solo le interesan los grandes proyectos, sino que trabajará por los más pequeños detalles. Soy de los que creen que cualquier político que pretenda hacer “carrera”, debería pasar, obligatoriamente, por un ayuntamiento.
Pero siendo todo lo anterior importante, no es nada de eso lo que me ha llevado a confiar en Paco Núñez. Su cercanía es lo que, desde mi punto de vista, lo hace diferente.
Durante los cuatro años en los que fui portavoz del grupo popular en el ayuntamiento de Cuenca, nunca Cospedal, presidenta del PP regional en esos años, tuvo ni un minuto de su precioso y preciado tiempo, para hablar conmigo. Nunca me preguntó por la marcha del grupo. Llegué a pensar que ni siquiera me conocía.
Ahora que estoy fuera de la actividad política, que no tengo cargo público ni orgánico dentro de mi partido, puedo llamar a mi presidente regional y él me responderá a la llamada; puedo enviarle un mensaje porque sé que contestará rápidamente. Paco Núñez te sorprende con un mensaje de felicitación, tanto en efemérides señaladas, como en cuestiones de tu vida personal y familiar. Y estos detalles, que igual pueden ser considerados pequeños, a mí me parecen de una enorme importancia. Son estas cosas, las que lo hacen distinto y con las que yo he aprendido a confiar en él.
Quedan dos años largos de legislatura autonómica pero sé que Paco recogerá lo que ha sembrado. Dentro de dos años, para estas fechas, escribiré un artículo felicitándolo como presidente del gobierno regional. Que así sea.