La Iranzada de Fuentelespino de Haro

Yolanda Martínez Urbina

¡Ay San Antonio bendito, que viene la procesión! Ha sido una de las frases memorables de La Iranzada de Fuentelespino de Haro, iniciativa de teatro comunitario promovida por el Ayuntamiento en la que han participado 42 actores locales. La obra tiene como protagonista al Condestable de Castilla D. Miguel Lucas de Iranzo y en ella se honran varios siglos de tradiciones y oficios de la Villa a través de una ruta teatralizada participativa estrenada en una apacible noche del mes de agosto entre velas y focos en este rincón de la Mancha de Cuenca. 

Los habitantes de esta Villa Santiaguista de las Tierras de Haro se han volcado en la colaboración de los decorados y en la interpretación y caracterización de los personajes en las diferentes escenarios. La identidad cultural de la población, preservada por el pueblo en el Museo Miguel Lucas de Iranzo ha salido a la calle para hacerse visible, como una extensión mas de su cultura popular que mostraba el desarrollo de diferentes escenas de reuniones de las lavanderas, la elaboración artesanal y familiar de los chorizos de la matanza y del queso en el entremiso, la siega, la extracción de la pipa del girasol, la herrería, los juegos tradicionales de la niñez en el recreo de la escuela y el aprendizaje cantando las tablas de multiplicar en la infancia, los bailes de la mocedad, la tradición de mantear al pelele, los mensajes de los quintos en azulete sobre las fachadas encaladas, los corros de las luminarias con las figuras de una pareja de abuelos bajo la torre elaborada por Agustina y una comitiva que se movía a golpe de tambor y corneta y que guiaba la ruta teatralizada presidida por el Condestable de Castilla nacido en Geliberte, actual despoblado de la Villa y paraje de gran belleza natural, que fue interpretado con pasión y de forma excepcional por el joven actor Diego de Haro y que en su papel regresa a la localidad por el embrujo del teatro recorriendo y poniendo en valor sus avances socioeconómicos y el orgullo de pertenecer y ser parte de la historia de un pueblo que mira hacia el futuro. 

La escena de la epidemia de peste que asoló la población en el siglo XIX y la tradicional procesión del Segundo Corpus, las continuas referencias a San Antonio y a diversos parajes, ríos y fuentes dotó de identidad religiosa, cultural, patrimonial y paisajista a un recorrido adornado con colchas damasquinadas y sábanas de ajuar bordadas, con artesanía de ganchillo y decorados que conservan la identidad agrícola y ganadera, así como con plantas y flores características del territorio, entre las que se encontraba la Hierba Sanalotó, conservada en un macetón desde hace 40 años.

Las melodías de coplas y dichos y la jota de los segadores resuena aún en la mente colectiva que une al pueblo y conecta al espectador con la Mancha. Detrás de cada personaje se encuentran las personas que han participado y colaborado en esta primera edición,  ejemplo de generosidad, unidad y compromiso, que con una interpretación intergeneracional ejemplar, han vivido la experiencia con emoción y dedicación, desde Marcos el más pequeño hasta Aurora la más mayor. Gloria, la concejala que ha coordinado desde el Ayuntamiento este evento, mostró su faceta de actriz interpretando a una de las lavanderas y poniendo el punto castizo manchego al diálogo. Me gustaría nombrar a cada uno de los participantes, todos ellos esenciales para el desarrollo del acto, pero necesitaría un libro para mostrar su gran capacidad y esencia personal que ha sacado a la luz esta experiencia y que ha permitido mostrar el verdadero rostro de los intervinientes. Que la vida es como un teatro ya lo sabemos  y debajo del personaje que elegimos representar se encuentra nuestra esencia y nuestro principal signo de identidad que construye comunidad. 

Por su puesto el público también se mereció un aplauso, por su paciencia, silencio e interés cultural, que yo misma les ofrecí desde el balcón, ya que fue el cóctel perfecto que apreció esta obra tan profesional dirigida y trabajada por Teresa Valeriano en colaboración y en un tiempo récord junto a todos los participantes locales. Las emociones fluyeron tras recorrer una ruta cargada de recuerdos imborrables a los que se sumaban miradas de complicidad, sonrisas y abrazos. Los gestos de apoyo y compañerismo, la alegría de la celebración, el saber estar y la energía de los participantes se convirtió en fuente de desarrollo y en un brindis a la vida con vinos de la provincia de Cuenca y a una iniciativa cultural comunitaria vinculada al Patrimonio del Museo Miguel Lucas de Iranzo creado y levantado desde cero por el gobierno del alcalde Benjamin Prieto e inaugurado en la pasada legislatura, y que ya ha contado y cuenta con actos participativos, como visitas en grupo, foros, talleres, conciertos y otras actividades de índole socio comunitario.

De nuevo el pueblo de Fuentelespino de Haro lo ha vuelto a hacer posible. Imparables y llenos de luz como los 120 girasoles de ganchillo realizados en cooperación con un proyecto sostenible Flores de Haro premiado por Amazon y financiado por Cascos Verdes liderado desde AFAMMER—Pueblos Proactivos con motivo de las fiestas de San Antonio y realizado por mujeres: Margarita y Paquita en el pueblo y Pili desde Madrid que tejieron unas mantas de un tacto inigualable, de pura lana virgen de ovejas del territorio procesada en Mota del Cuervo y lucidas en la Iglesia en junio y en esta ocasión en la plaza, sobre el balcón del Bar Eladio para esta conmemoración teatralizada que tanto éxito ha logrado.

Petra y Leo desde sus balcones y La Ponderosa con una elaboración artesanal de Rosa también lucieron mantas ganchilleras, junto al rincón de la procesión del Corpus adornado por colchas ofrecidas en el barrio. El ganchillo y el bordado también estuvieron presentes en algunos de los mandiles lucidos como una joya salida de las manos de las mujeres, como el que portaba Jimena en blanco sobre negro o el bordado que llevaba Isabel procedente de Viana do Castelo en Portugal, una artesanía realizada en el ámbito europeo. 

Fuentelespino de Haro avanza hacia el futuro con proyectos diversos, con el compromiso de la juventud, con la Asociación de Mayores como referentes, con mujeres y hombres entregados y con los niños que son felices en esta primera etapa de su vida participando y aprendiendo. 

¡Viva la Iranzada, que conecta las diferentes sensibilidades de un gran pueblo!