Viveros La Mezquita prepara adornos florales para todos los gustos y presupuestos para el 1 de noviembre

Paula Orozco, directora de Viveros La Mezquita, explica que se trata de la fecha del año en la que más flores se venden, por encima de otros picos de ventas como el Día de la Madre, San Valentín o las bodas estivales

El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una fiesta donde el recuerdo y el homenaje a los fallecidos es protagonista. Tanto ese día como los anteriores y posteriores, cientos de familias se acuerdan de sus muertos y les llevan flores y plantas a los cementerios conquenses, manteniendo así la tradición.

Paula Orozco, directora de Viveros La Mezquita, explica que se trata de la fecha del año en la que más flores se venden. “Existen otros picos de ventas de flores cortadas como son primavera, las bodas estivales, San Valentín, el Día de la Madre o Navidad, pero no llegan a tanto como ahora. Todos los Santos y el Día de la Madre son los que más, pero destaca el primero porque madre sólo hay una, pero familiares en el cementerio tenemos más”, detalla.

Acompañar la visita al cementerio con unas flores para regalar a los difuntos forma parte de la tradición de estos días. Eso sí, no quiere decir que el ofrecimiento sea el mismo todos los años, y es en la variación floral precisamente donde está la mayor de las innovaciones en este festejo. Orozco señala que las especies más tradicionales, por ser su temporada alta, son gladiolos, claveles y margaritas o crisantemos. Estas se encuentran en pleno apogeo, como sucede con frutas y verduras, y por tanto son también las más económicas.

Eso sí, en La Mezquita tienen cada vez más clientes -sobre todo los más jóvenes- que no quieren centros clásicos y les gusta ser sorprendidos con otro tipo de flor, como se vienen incorporando ya en bodas o el día de la Madre. Suelen ser flores exóticas tropicales que se cultivan en las Islas Canarias, como aves del paraíso y proteas, y que no son tan habituales en las floristerías. “No son mucho más caras pero sí mucho más originales y diferentes”, subraya Orozco.

El blanco y el rojo son los colores clásicos de las flores de Todos los Santos. Hay quienes justifican el color blanco estos días porque como son flores que quedarán en el cementerio, dan luz a los colores apagados que suelen tener las lápidas. Hay otras personas que optan por incluir variaciones cromáticas, por ejemplo con unos gladiolos naranjas con gerbera naranja o flores amarillas, combinaciones un poco más atrevidas dentro de los arreglos clásicos.

En cuanto a las flores exóticas también sucede algo similar a la hora de ser seleccionadas. Hay quienes prefieren en colores blancos para no hacer ostentaciones y a quienes les gusta todo lo contrario, que haya mucho color porque entiende que es una forma de dar alegría y contrarrestar la pena que se siente en estos días de recuerdo.

En Viveros La Mezquita hay ramos para todos los gustos y también presupuestos para todos los bolsillos. Desde 8-15 euros ya se puede componer un bonito ramo de claveles con paniculata, y desde ahí ir variando según las necesidades de cada cliente hasta los 120 euros que puede costar un centro de lápida con diversas flores exóticas. No son precios cerrados, sino que adaptan la composición al gusto y presupuesto de cada uno de los clientes para hacer el mejor de los homenajes.