Un año más Cuenca se prepara para vivir la festividad de Todos los Santos. Durante el 1 de noviembre -y también los días anteriores y posteriores- cientos de familias recuerdan a sus familiares ya fallecidos llevándoles flores y plantas al cementerio. Pese a que la tradición se mantiene, las costumbres y gustos van cambiando, y se adaptan a los nuevos tiempos incorporando nuevas variedades florales.
Paula Orozco, directora de Viveros La Mezquita, destaca que “cada año hay más gente que no quiere el centro ni la flor clásica de Santos, como gladiolos, claveles y margaritas, que son las más básicas”. En este punto, explica que “estas eran las más habituales porque en estas fechas en España había mucho cultivo de estas variedades, que se recolectan a finales de verano y principios de otoño. Como había mucha flor de este tipo a disposición en las huertas, por eso son típicas de estas fechas”.
Estas flores tradicionales poco a poco han ido dejando paso a otras variedades más exóticas en las preferencias de los clientes, según apunta Orozco, “porque se han cansado un poco de siempre lo mismo y porque ahora hay muchas facilidades de compra porque los cultivos han permitido que haya mucha variedad de flor cultivada a lo largo de todo el año”.
La directora de Viveros La Mezquita celebra que gracias a este cambio de tendencia y a la incorporación de las nuevas variedades “se pueden hacer arreglos muchísimos más originales”. Flores tropicales como helicornias, bromelias o anthurium; africanas como las proteas, o procedentes de los invernaderos holandeses, son algunos de los más habituales para los nuevos gustos conquenses.
“Desde La Mezquita estamos ofreciendo cosas más originales. Nuestro estilo es completamente distinto al de la floristería clásica, y a los clientes también les apecete que les hagamos cosas diferentes”, sentencia. En este sentido, incide en que «el cliente que viene todo el año porque quiere ir al cementerio en los aniversarios de los fallecimeintos, ya ve cómo vamos variando la oferta durante todos los meses”, señala la directora. También hay algunos que optan por ‘flores de boda’ para llevar a sus seres queridos fallecidos “porque son más originales y poco vistas”.
En cuanto a los presupuestos, los hay muy variados y dependen de si se usan flores clásicas y de cultivo nacional o se opta por utilizar variedades más exóticas. “Siempre nos amoldamos al presupuesto del cliente y en función de sus gustos les orientamos sobre qué flores pueden incorporar”, resalta Orozco.
Viveros La Mezquita ha realizado este año una inversión en una cámara frigorífica nueva de 20 metros cuadrados extra “con los que vamos a poder atender a todo el mundo por muy última hora que puedan venir, y además con productos que van a estar mejor conservados y preparados, y las flores cuando salgan de aquí van a estar preciosas”.