La Asociación de Empresarios Metalúrgicos de CEOE-CEPYME de Cuenca y los sindicatos CCOO-Industria y UGT-FICA han firmado este viernes el convenio colectivo provincial del Metal, que afecta a más de 5.000 trabajadores.
El convenio, que llega con dos años de retraso debido a la pandemia, tendrá vigencia desde el 1 de enero de 2020 hasta el final de 2024, año este último en el que se recuperará la cláusula de revisión salarial, uno de los objetivos centrales de los sindicatos. En conjunto, los incrementos pactados suman un 8%.
Los dos años vencidos se saldan con una paga lineal de 50 euros para 2020 y con un incremento del 1,5% en todos los conceptos para el 2021. “Aunque sea poco, hemos conseguido romper el tradicional ‘año vencido, año perdido’,” señala Pedro Lucas, secretario general de CCOO-Industria. Las empresas deberán abonar ambos incrementos en el plazo de dos meses tras la publicación del convenio en el Boletín Oficial de la Provincia.
La suma del 1,5% del 2021 junto con la subida del 2% establecida para 2022 será la base para elaborar la tabla salarial definitiva de este año. En 2023, el incremento será de un 2,25% y en el 2024 se añadirá ese mismo porcentaje, con revisión en el caso de que el año cierre con un IPC superior.
Además, las nóminas referidas a las vacaciones incluirán, además del salario base y el plus convenio, todos los pluses que cada trabajador perciba de forma habitual, salvo del de Transporte.
“Los incrementos y mejoras salariales pactados son en principio moderados, pero es muy difícil predecir cuál será su verdadera valoración en términos de capacidad de compra de los trabajadores, debido a las incertidumbres sobre la posible evolución tanto del IPC como del conjunto de la actividad económica, no solo en el Metal de Cuenca, sino en todo el mundo y en todos los sectores”, indica Lucas.
Por eso, los sindicatos han centrado buena parte de sus objetivos en la defensa de derechos que la patronal pretendía recortar y en la mejora de otros referidos a jubilación parcial con contrato de relevo, jornadas y permisos retribuidos.
“Es un convenio que en materia salarial nos hubiera gustado que fuera más goloso, aunque valoramos que rescata, por un lado, los dos años vencidos; y, por otro, la cláusula de revisión que tenía perdida. Pero sobre todo es un convenio bueno en derechos”, resume Lucas, que destaca “las dificultades que implica negociarlo, porque en el otro lado de la mesa, en la parte patronal, hay muchas pequeñas empresas y talleres a los que la pandemia ha pasado mucha factura”