El restaurante Pit’s, situado en la céntrica calle Fermín Caballero de la ciudad de Cuenca, organiza el martes 31 de enero unas jornadas gastronómicas enfocadas en la matanza del cerco celta. Para degustar a esta especie, el emplazamiento hostelero ha organizado un menú especial en torno al cerdo, con el que pretenden hacer disfrutar a todos los clientes que pasen por el gastrobar hasta el domingo 5 de febrero.
Isabel López González, gerente del restaurante, ha señalado a Voces de Cuenca que la semana próxima «todo el producto que va a haber dentro del restaurante estará relacionado con la matanza del cerdo. Aprovechando que hace mucho frío y es la época adecuada, hemos hecho todo el embutido en el que hay chorizo, lomo, costillas… y además habrá gachas, sanantonadas. En definitiva, todo lo que sale de un cerdo».
Además, López ha confirmado que además de poder degustar carne de cerdo, se ha diseñado un menú «para que todo el mundo pueda comer». Estas jornadas no es la primera vez que se desarrollan en este espacio gastronómico, «tras la pandemia estamos recuperando todo aquello que hacíamos antes y que durante los dos últimos años no hemos podido hacer».
El menú especial de matanza consta de tres primeros platos y tres segundos platos a elegir por los usuarios. En el primer plato, la variedad está compuesta por una sopa de ajo con jamón y huevo de corral; Cardos con espinacas y almendras a la crema; Ensalada de tomate azul con sardinas de tonel. Por su parte, los segundos platos lo conforman costillas caramelizadas, bacalao con ajada o sanantonada (judías con morro, rabo y oreja). También incluye postre, café, vino o agua por un precio de 24 euros.
Paralelamente también se ha diseñado una carta especial donde la variedad es protagonista para que el usuario se sienta con la elección de pedir aquellos platos que prefiera. «Para el que no quiera tomar el menú, puede perdir lo que le apetezca».
Sobre este animal, la gerente de Pit’s señala que se trata «de un animal muy aprovechable y eso es lo que a todo el mundo le viene bien. Al que no le gusta la chuleta le gusta la morcilla y al que no el jamón, es un animal del que se aprovecha el 95 por ciento y sus productos se pueden prolongar muy bien en el tiempo. No conozco a nadie que no lo haya probado».