El sector agroalimentario es uno de los más importantes de la provincia de Cuenca. Además de proveer de productos ricos y de calidad es un sector con potencial para crear nuevos subproductos, así lo ha defendido el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, que apuesta por explorar las alternativas para los subproductos que pueden ayudar a las empresas de la provincia a diversificar sus negocios y mejorar su rentabilidad.
Un ejemplo de esa diversidad e innovación en el medio rural es la empresa Javier de la Cruz en Villar de Domingo García, cuyas instalaciones han visitado el presidente de la institución provincial junto con el diputado de Emprendimiento, Javier Cebrián, y la diputada de Turismo, Mayte Megía. Este negocio ganó una de las primeras ediciones de Integra 4.0, una convocatoria de ayudas impulsada por la Diputación de Cuenca con las que trata de apoyarse que las empresas se establezcan en la provincia y desarrollen proyectos innovadores. La empresa valoriza la paja para peletizarla con múltiples aplicaciones entre las que destaca la biomasa.
Esta empresa comenzó su andadura hace dos años con una ayuda de 100.000 euros gracias al concurso de proyectos. Actualmente comercializa su pelea y ha creado un puesto de trabajo. En su horizonte se encuentra el continuar generando empleo, con la previsión de otros cuatro puestos de forma directa a los que habría que sumar los indirectos. El director de la empresa, Javier de la Cruz, ha detallado los posibles usos que puede tener el producto final hecho a partir de un subproducto como la paja, «del que se dispone en abundancia y que en la mayor parte de las ocasiones no se aprovecha», señalaba. Aunque la finalidad principal es el aprovechamiento como biomasa para calderas industriales, «también se puede usar como camas para mascotas, alimentación animal o sustratos para el cultivo de setas», apuntaba el responsable.
De la Cruz, que fue agricultor antes de crear esta iniciativa, relata que el negocio le rondó por la mente 15 años al ver que producía paja que «en muy pocas ocasiones se vendía para el champiñón o las setas y cuando tuve la idea madura la presenté al concurso de proyectos Integra 4.0 de la Diputación que fue una ayuda decisiva para llevarla a cabo”. En este sentido, De la Cruz recordaba que más allá de la aportación económica, que técnicos y expertos evalúen el proyecto y lo valoren respaldando la iniciativa es un aval que se complementa con asesoramiento que ofrece Diputación.
Javier Cebrián ha destacado a la empresa Javi de la Cruz como «un ejemplo de innovación en el medio rural con productos que han tenido poco valor y que ahora se posicionan como alternativas tanto para la industria como para la conservación del medio ambiente al apostar por un combustible ecológico y del que disponemos en abundancia en nuestra provincia». El diputado de Emprendimiento ha apuntado que, de extenderse, esta alternativa «puede contribuir a mejorar la rentabilidad económica de las explotaciones agrarias conquenses».
El empresario dice sentirse satisfecho por la evolución de su empresa, reconociendo que aunque los avances son lentos la
progresión es buena. “Las cosas no son sencillas, es un producto nuevo e introducirlo en el mercado siempre cuesta pero el proyecto va bien”, sentencia de la Cruz.