CCOO y UGT, con más del 70% de la representación de la plantilla de la empresa postal pública, denuncian que Correos reducirá «hasta niveles nunca vistos la contratación prevista para la cobertura de vacaciones en período estival».
A este fenómeno se suma que Correos quiere dejar sin cubrir cientos de ausencias por diversos motivos -desde enfermedad a permisos legales (derechos de conciliación familiar, nacimiento de hijos, etc), y también los casos de desplazamiento de trabajadores a tareas diferentes a las habituales que se producen en este período. Ambas organizaciones sindicales afirman que la situación será crítica, y que el descenso de calidad del servicio será inevitable, e incluso se está poniendo en riesgo de colapso la prestación del servicio postal mismo en todo el Estado.
En el caso de las unidades de reparto, CCOO y UGT denuncian una importante falta de contratación en la provincia de Cuenca, «lo que ocasionará sobrecargas de trabajo inasumibles y obligará a una distribución del trabajo imposible de cumplir según marca la ley, sin poder asegurar el reparto los cinco días de la semana como mandata el Servicio Postal Universal (SPU) al que tiene derecho la ciudadanía en todo el territorio». Además, a la carga de trabajo ordinaria, hay que añadirle que al haber ordenado la empresa que desde el 1 de julio se lleven a domicilio todos los envíos registrados y contra reembolso, donde se espera un incremento medio de más de 60.000 envíos diarios, lo que añade un extra al personal de reparto cuyo cobro complicará y retrasará sus tareas propias.
Ambas organizaciones sindicales han expresado por escrito su rechazo a los recortes en la provincia de Cuenca y han exigido que se revierta la situación con una contratación real, que cubra verdaderamente las ausencias y apueste por una empresa que dé calidad al servicio y cumpla con la obligación legal de prestar el SPU.