Los hosteleros conquenses advierten del «problema» con los ciudadanos que se niegan a utilizar los códigos QR

La hostelería conquense plantea la conveniencia de aplicar los códigos QR en otros sectores económicos para mejorar el rastreo y evitar 'satanizar' a los bares, restaurantes u hoteles donde se detecte un positivo

Los hosteleros conquenses han llamado la atención sobre el elevado porcentaje de ciudadanos que se niegan a utilizar elcódigo QR de la aplicación ‘Ocio Responsable’ para acceder a los establecimientos. Asimismo, han planteado la conveniencia de aplicarlos a otros sectores económicos para mejorar el rastreo y evitar ‘satanizar’ a los locales donde se detecte un positivo.

Diego López, técnico de Hostelería de CEOE CEPYME Cuenca, ha indicado que «el código QR nace en agosto en un contexto de la hostelería muy distinto al actual. Estaba casi todo abierto, incluido el ocio nocturno, y era una medida que se tomaba en un momento en que se iba a recortar el horario del ocio noctrno para intentar que se pudiera trabajar. Pensábamos que era una buena idea porque no se recortaba el horario y los locales lo podían gestionar de manera eficaz. Hay un control de acceso y el público es joven y acostumbrado a esas tecnologías».

En este sentido ha señalado que «cuando nos encontramos con el decreto hace poco pues, evidentamente, todo había cambiado. La situación de la hostelería no es la misma y además se extiende a todo el sector con el problema que puede suponer en determinados sitios con una media de edad alta, con zonas rurales,.. Y luego, tenemos un problema porque un porcentaje de la población se niega a utilizarlo. Es un problema añadido porque es clientela que vamos a perder. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha se ha pronunciado, lo acataremos y lo intentaremos hacer de la mejor manera posible». 

Por su parte, José Manuel Abascal, ha resaltado que el código QR «para que sea efectivo debería ser aplicado en todo tipo de servicios porque el rastreo sería mucho más eficaz. Que detecte un positivo en un bar no significa que lo haya contraído allí. Nosotros propusimos que si se iba a cambiar el sistema a este método fuese de esa manera, que estuviese en todos lados para que ningún bar se viera señalado. En una ciudad pequeña todo se acaba sabiendo y eso puede hacer mucho mal a un bar que no propició el contagio. Donde hay que trabajar es en la vacunación que es donde está a madre del cordero. El código QR para una alerta máxima puede vebir bien pero para un control definitivo no tiene ningún sentido».