La Confederación de Empresarios de Cuenca (CEOE CEPYME Cuenca) considera que 2025 será un año positivo para la economía española, si bien advierte de que persisten importantes riesgos que podrían condicionar su evolución. Así lo refleja tras analizar el informe ‘Perspectivas España 2025’, elaborado por la consultora KPMG en colaboración con CEOE.
El documento apunta a un crecimiento robusto para la economía nacional. Según las estimaciones recogidas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,3% durante el presente ejercicio, mientras que el Banco de España eleva esta cifra hasta el 2,5%, situando a España como una de las economías más dinámicas en el contexto europeo.
No obstante, desde la organización empresarial advierten de que estas previsiones optimistas conviven con factores de riesgo que podrían lastrar el desarrollo económico. Entre las amenazas internas, CEOE CEPYME Cuenca señala la elevada deuda pública y la inestabilidad política. A ello se suman tensiones geopolíticas globales, que podrían tener un impacto directo en las economías europeas.
La patronal conquense también pone el foco en la estructura empresarial de la provincia y del país, caracterizada por el predominio de pequeñas y medianas empresas. Esta realidad, a juicio de la Confederación, dificulta a muchas compañías afrontar obstáculos como el acceso a la financiación o la captación y retención de talento.
Amenazas para el crecimiento
El informe advierte, además, de que el débil crecimiento de las grandes economías europeas podría terminar afectando al ritmo de expansión de la economía española. Otro factor de incertidumbre es el impacto que podrían tener los nuevos aranceles establecidos por la administración estadounidense, que podrían derivar en una guerra comercial a escala global y comprometer el crecimiento de la eurozona.
Para afrontar estos desafíos, el documento subraya la necesidad de que Europa siga la hoja de ruta propuesta por el informe Draghi, que establece como prioridades estratégicas subsanar el déficit de innovación respecto a otras potencias, vincular la descarbonización a la competitividad y reforzar la seguridad y autonomía estratégica de la Unión Europea.