La patronal conquense advierte sobre el elevado coste de la subida salarial para los empresarios

Consideran que el coste real para las empresas de la subida del SMI es significativamente superior al salario mínimo, afectando especialmente a las pequeñas y medianas empresas

La Confederación de Empresarios de Cuenca ha alertado sobre el fuerte impacto que las recientes subidas salariales, como la del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), están generando en el tejido productivo de la provincia. Según el análisis realizado por el Servicio de Estudios de CEPYME, el coste efectivo real para las empresas es entre un 67% y un 75% más alto que el propio sueldo que percibe el trabajador.

Como ejemplo, el reciente incremento del SMI a 1.184 euros para los trabajadores implica un coste total para las empresas de hasta 1.904 euros por empleado. Además, si se calcula el coste salarial efectivo mensual prorrateado entre los 11 meses de trabajo, este ascendería a entre 1.981 euros y 2.077 euros, sin contar las pérdidas derivadas del absentismo laboral.

Estos datos forman parte del informe «Salarios, repercusión de la subida del SMI» elaborado por CEPYME, que subraya que el aumento de los costes laborales ha sido constante en los últimos años, lo que está afectando principalmente a las pequeñas y medianas empresas. La Confederación ha solicitado un freno a este crecimiento de los costes laborales, pidiendo un marco que considere las diferencias entre sectores, territorios y tamaños de las empresas.

CEOE CEPYME Cuenca destaca que el incremento acumulado del SMI desde 2016 hasta 2024 ha sido del 80,7%, lo que supone una carga considerable para las empresas, especialmente para las más pequeñas. En particular, desde 2019, estas empresas han visto un aumento del 18,1% en sus costes salariales.

Desde finales de 2018, el SMI ha aumentado casi tres veces más que el índice de precios al consumidor (IPC), mientras que la productividad de las pymes ha disminuido, situándose en niveles de 2015.

La Confederación de Empresarios de Cuenca insta a un enfoque más equilibrado en la política salarial para garantizar que las empresas puedan seguir apostando por el empleo y la inversión, especialmente en tiempos de incertidumbre económica.