La Confederación de Empresarios de Cuenca ha lamentado que la mortalidad de las empresas conquenses es “muy alta” sobre todo en los dos primeros años tras su creación. Estas afirmaciones las ha realizado el máximo mandatario de las empresas de la provincia, David Peña, en el transcurso de un desayuno informativo celebrado por la Confederación de Empresarios de Cuenca y en el que ha estado acompañado por distintos miembros de su Comité Ejecutivo.
Tal y como ha señalado, existe una “complicada tesitura” que “está ya plasmándose de manera clara en la provincia en la desaparición de empresas y es que el Directorio Central de Empresas del INE ha registrado un descenso de 726 empresas en 2023, lo que supone un descenso del 5,36%”. Además, este indicador apunta que las 12.837 empresas que hay en la provincia es el número más bajo registrado desde 2004, siendo la gran mayoría de las empresas que desaparecen sin empleados o con pocos trabajadores.
A este dato ha querido sumar el presidente de la Confederación de Empresarios la desaparición de autónomos que han sido 309 menos a la finalización de 2023 sobre el inicio del año y un descenso de la constitución de sociedades mercantiles superior al -10%.
Cese del lastre a la actividad empresarial
Como solución, David Peña ha subrayado su petición de “que cese el incremento de los costes empresariales que están lastrando la actividad, solicitando que se tomen medidas de apoyo a las empresas porque son fundamentales para salir de la situación de crisis en la que se encuentra nuestra economía”.
La Confederación de Empresarios de Cuenca “tiene claro que de esta situación solo se podrá salir con las empresas, con su acuerdo y consenso, dejando claro que no se puede dejar de lado a una parte fundamental de la economía de un país como es el tejido productivo porque está demostrado que genera bienestar, aporta puestos de trabajo y paga impuestos para mantener servicios esenciales”, ha afirmado David Peña, presidente de CEOE CEPYME Cuenca.
El presidente ha aludido nuevamente “a la alta inflación como un factor que está perjudicando a las empresas de manera triple porque suben sus costes, penaliza el consumo y además provoca el incremento de los tipos de interés que encarece los créditos y los hace más difíciles”.
En esta línea ha argumentado que “los costes laborales soportan crecimientos interanuales del 5%, macados claramente por las alzas continuadas de las cotizaciones sociales, de ahí que haya afirmado que “estamos ante un callejón sin salida para nuestras empresas, que cuentan cada vez con menos crédito, y cada vez más difícil y más caro, menos capacidad de venta con unos costes laborales que cada vez se incrementan más”.
Petición de consenso
Con estos datos presentados, Peña ha reiterado que “dejan a las claras que cuando pedimos consenso para determinadas medidas y señalamos que hay inestabilidad y una situación muy delicada de muchas empresas y autónomos, no nos estamos inventando nada, y lamentablemente estas cifras son las pruebas”.
En su conclusión, ha afirmado que “no es de recibo que haya una parte de Gobierno que tenga una visión de otro tiempo, una visión antigua en la que más que ayudar a la parte de los trabajadores parece que su misión es acabar con las empresas de este país. Aquí hemos presentado datos objetivos, la realidad de las empresas y su situación, producto de la situación económica y de medidas, que lejos de apoyar la actividad, parecen destinadas a castigar a las empresas”.
Ha reivindicado que “la realidad es otra, aquí tenemos una provincia con pequeñas empresas, con personas que han arriesgado su patrimonio para pedir y préstamo y, que con la situación actual están al límite, tan trabajadores como aquellos que están asalariados y por este motivo necesitan apoyo y sobre todo respeto porque son los que generan riqueza y empleo”.