Durante el acto de entrega de la Segunda Edición de los Premios Integra 4.0, el presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Martínez Chana, ha confirmado que la institución aumentará la dotación en un 20%.
Así, el gobierno provincial pasará de invertir un millón de euros en esta iniciativa a 1.200.000. Martínez Chana ha recordado que esta inversión ya creció un 33% para esta segunda edición, ya que el año pasado la aportación fue de 750.000 euros.
Además, también ha confirmado que, para la próxima edición, se podrán presentar empresas que ya existan. Es decir, no es necesario que sean proyectos de nueva creación, eso sí, siempre y cuando, ha remarcado Martínez Chana, «tengan una línea nueva innovadora y, sobretodo, que sean importantes en lo que a generación de empleo se refiere».
«Ha habido una participación más que notable, con un 43% más de proyectos con respecto a la primera edición. Esto habla de que existe esa inquietud y existen muchos emprendedores en nuestra provincia dispuestos a arriesgar», ha comentado el presidente.
En esta edición de Integra 4.0 se han presentado un total de 40 proyectos, de los cuáles 14 han sido reconocidos con premios que van desde los 9.000 hasta los 100.000 euros. El presidente provincial también ha hecho referencia a las mujeres empresarias, afirmando que, este año, «hemos pasado de solo una mujer premiada a que sean seis, casi la mitad de los proyectos ganadores».
En este acto también han participado el diputado de Emprendimiento, Francisco Javier Cebrián; y David Peña López, Presidente de la Confederación de Empresarios de Cuenca.
Proyecto ganador
El proyecto que este año ha conseguido el primer puesto y, por consiguiente, la mayor dotación económica, ha sido el liderado por el joven alcarreño Miguel Chavarría y CEO de InsectEAT. Dicha empresa está preparando una biorrefinería de insectos en Cañaveras, además de querer crear «la primera franquicia de granja de insectos, a través de nuestra línea de consultoría y asesoramiento», ha afirmado Chavarría.
InsectEAT pretende abrir sus instalaciones en, aproximadamente, un par de meses. Actualmente cuenta con cuatro trabajadores a los que, inicialmente, se le sumarán dos mas y, en los próximos años «iremos creciendo hasta llegar a los 10».
Estará dedicada a generar «harinas destinadas a la alimentación animal» a partir de las proteínas de los insectos con los que trabajan, «buscando un negocio innovador que apuesta por la economía circular», explica Chavarría.
«Existe un gran déficit de proteínas que se está produciendo a nivel europeo y las empresas fabricantes de alimentación animal están buscando proteínas más sostenibles y que necesiten un menor recursos y entonces en este marco, desde la Unión Europea han apostado por la proteína de los insectos y por ello hemos decidido decantarnos por esta idea», argumenta Miguel Chavarría.
«El primer año esperamos una producción estimada de unos 30.000 kilos, que irán creciendo hasta los 60.000 el segundo año. Y esperamos seguir creciendo», comenta el CEO.
Aunque también es consciente de la reticencia del público al usar este tipo de proteínas, por eso, explica que «por el momento nos centraremos en la alimentación animal, para pasar al mercado humano todavía queda tiempo».
