José Manuel Abascal es el presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca, la organización empresarial que representa al sector turístico de nuestra provincia. Tras la normalización del mercado turístico después de la pandemia, los datos de Cuenca invitan al optimismo, ya que estamos creciendo con respecto a años anteriores. En esta entrevista, Abascal analiza el momento actual del sector y plantea objetivos y retos futuros para un sector que se ha convertido en el gran motor de la economía de la ciudad de Cuenca y de algunas zonas de la provincia.
¿Qué balance hace sobre lo que llevamos de año desde el punto de vista turístico en la provincia de Cuenca?
Este año vamos remontando, en general hemos ido subiendo con respecto al año pasado en torno a un 4% y parece que la colaboración público-privada que hemos tenido este año está dando sus frutos. Siempre se quiere más, pero ver que vamos subiendo ya es una satisfacción.
¿Cómo ha ido el verano, que es una época muy vacacional pero no es la mejor para la provincia de Cuenca?
En verano la gente tiene muchas ganas de playa, pero sí hemos notado que, dentro de lo malo, haciendo ofertas y cobrando más barato hemos tenido una ocupación superior al año pasado, quizá porque las playas se fueron a unos precios muy caros y la gente que no ha podido ir a destinos de costa ha optado por el turismo interior. En cualquier caso, los meses de julio y agosto son para nosotros temporada baja.
¿Cuál es la tipología del turista que visita Cuenca?
Es variopinto, hay de todo: familiar, jóvenes, gente de convenciones, universidades, no tenemos un grupo que sobresalga sobre los demás. El tipo de turista depende también de lo que se organice en la ciudad en determinados momentos.
¿Seguimos teniendo un déficit de turismo extranjero o se acorta la brecha entre el turismo nacional e internacional?
Estamos trabajando cada vez más con extranjeros y vamos subiendo, aunque va lento.
¿Hay alguna nacionalidad entre la que tengamos más éxito que entre otras?
Está habiendo mucho francés, alemán, inglés o estadounidense, y curiosamente nos valoran mejor que nos valoran los españoles, quizá porque hay mucha diferencia entre los hoteles de Europa y Estados Unidos y los de España. Aquí las dimensiones de las habitaciones son mucho mayores y eso les hace valorarnos muy positivamente.
“Las playas se fueron a unos precios muy caros y la gente que no ha podido ir a destinos de costa ha optado por el turismo interior”
Los flujos de turistas son importantes, pero lo es todavía más el gasto medio por turista. ¿Estamos creciendo o disminuyendo en esas cifras?
El extranjero es un cliente completo, se siente muy seguro en los hoteles y no tiene la forma de vida española de pernoctar en el hotel y salir todo el día. En cuanto al español las noticias que tenemos es que el ticket medio sí ha bajado este verano.
¿La gente viaja más ahora que antes? Porque todos tenemos la sensación de que, después de la pandemia, ha habido una especie de cambio de mentalidad, de que hay que vivir y salir más. No sé si eso se ha atenuado o estamos bajo los efectos de ese cambio de mentalidad.
La gente está saliendo y cada vez va a salir más, lo que pasa es que cada uno va a salir al precio que puede permitirse, con lo cual no todo el monte es orégano. Pero también es cierto que en la postpandemia los destinos de interior tuvimos la fortuna de que la gente no salía al extranjero, iba a sitios cercanos y eso nos benefició. Este año ya estamos en plena normalidad, el que puede permitírselo se va más lejos, el que no se queda más cerca y ha vuelto todo a su ser, con lo cual los destinos de interior tenemos que ponernos de nuevo las pilas y trabajar mucho para poder mantenernos en buenos números.
¿Tenemos una oferta con la suficiente calidad para competir con destinos donde el gasto medio del turista es superior al de Cuenca?
Nosotros tenemos calidad como destino, pero no podemos recibir masas. Pero eso es una ventaja, porque hay destinos que están tan masificados que cuesta disfrutar de ellos porque es imposible conseguir mesa en el restaurante al que quieres ir, habitación en el alojamiento en el que quieres pernoctar o visitar con tranquilidad los atractivos que quieres ver de esos destinos. Es por eso que la manera de viajar va a cambiar y va a ser necesario llevar la gran mayoría de las cosas agendadas, que es algo que hacen mucho los extranjeros. En el caso de Cuenca tenemos que intentar captar un turismo de más calidad, lógicamente, ese debe ser nuestro objetivo, tenemos que intentar captar buenos clientes porque además sirven como reclamo para otros turistas de estatus. Tenemos que vender calidad y nuestros atractivos, dándole la categoría que tenemos.
¿Según su experiencia qué buscan los turistas que vienen a Cuenca y qué grado de conocimiento tienen de nuestra provincia y de nuestra capital?
El que viene a Cuenca siempre se acaba sorprendiendo, porque todo el mundo se piensa que es una capital chiquitita, normal, pero cuando ven el encanto que tiene se llevan una sorpresa muy agradable. En cuanto a lo que buscan los turistas hay de todo, hay quien busca cultura, hay quien busca naturaleza, hay quien busca patrimonio o gastronomía, hay variadas motivaciones para visitar Cuenca.
¿Son más exigentes los turistas de ahora que los de antes?
Los extranjeros se van muy contentos, pero quizá al nacional le hemos enseñado a que exija cada vez más y llega un momento en que ya no hay más. En general la gente que viaja te lo agradece, pero luego hay gente que quizá viaja menos y que reclama cosas que no proceden.
Una de las patas de las que ha cojeado el turismo conquense es la del turismo profesional. ¿Hemos mejorado o seguimos teniendo un déficit en este terreno?
Cada vez hay más congresos, y eso es lo que está salvando las cifras de turismo profesional, aunque yo pediría a los organizadores que les dieran a los participantes algo más de tiempo libre para que puedan conocer la ciudad al menos un poco. Por ese lado estamos funcionando, porque mientras no haya más industria no tenemos otra salida, y la industria parece que va creciendo pero todavía va lento ese crecimiento. La industria turística en Cuenca necesita de otras industrias para seguir creciendo y además porque se trabaja de lunes a viernes y reduce la estacionalidad, que es el gran problema de nuestra industria turística.
“No estamos en contra de los apartamentos turísticos, pero sí que demandamos que haya una regulación clara”
Un tema de actualidad en muchas ciudades turísticas es el de los apartamentos turísticos. ¿Cuál es la posición de la Agrupación en este asunto?
Todo es bueno, pero bien pensado y bien regulado. En España hay unos 350.000 pisos turísticos, y ya hay más camas en apartamentos que en hoteles, así que la cosa se pone complicada. De momento hay para todos pero creemos que hay que regular, no puede haber ilegales y los alojamientos deben estar dentro de las condiciones lógicas de un alojamiento turístico. Y además deben de ser compatibles con la vida normal del resto de vecinos de los inmuebles. Como digo, no estamos en contra de los apartamentos turísticos, pero sí que demandamos que haya una regulación clara.
Hay un proyecto que se están planteando como un antes y un después en el turismo de Cuenca que es Toro Verde. ¿Hasta qué punto ilusiona al sector un proyecto de esta envergadura?
Todo lo que sea una inversión en Cuenca bienvenida sea. En este caso, nuestro vicepresidente regional está muy implicado en el proyecto de Toro Verde y creo que va a conseguir que sea un motor que haga despegar la ciudad y que la gente mueva su dinero. Lo que pasa es que también hay que ver que no sea sólo estacional o de fin de semana, yo no sé si funcionará todos los meses del año o sólo en un periodo concreto, pero le deseamos el mayor de los éxitos porque puede ser el motor que haga que la ciudad se mueva hacia adelante.
Estamos iniciando el trimestre más potente turísticamente de nuestra provincia. ¿Qué perspectivas tienen para este otoño?
Esta época es, efectivamente, en la que más movimiento hay y es un trimestre muy bueno que nos gustaría que se replicara en primavera. Septiembre ya lo hemos cerrado por encima del año pasado, octubre va estar también por encima de 2023 si no se tuerce el tiempo y tanto para noviembre como para diciembre las perspectivas son buenas.
Para terminar, me gustaría que nos transmitiera las demandas que tiene la Agrupación.
Lo primero, decirles a los ciudadanos que Cuenca está viviendo del turismo y que hay que cuidarlo, aunque no hace falta decirlo porque el conquense es muy amable con el turista siempre y eso no hay que perderlo. En otro orden de cosas, como decía antes, necesitamos que la industria en Cuenca crezca porque es fundamental para que nuestro sector crezca igualmente. También necesitamos que la ciudad esté limpia, cuidada, bien señalizada, para recibir de la mejor manera al turista que nos visita. Por supuesto, cada uno en su negocio tiene que intentar hacerlo lo mejor posible para ofrecer el mejor trato y la máxima calidad a nuestros visitantes. Y es muy importante reforzar la promoción y vender lo mejor posible nuestra provincia. Este año, insisto, hemos tenido una muy buena colaboración público-privada, se están haciendo cosas y se van a seguir haciendo, siempre dentro de nuestras posibilidades.
