Los clientes afectados por el cierre del Centro Ideal de depilación láser y medicina estética situado en el Centro Comercial El Mirador pueden denunciar en las oficinas de Consumo su situación y exigir a la empresa el reembolso de los servicios solicitados.
El cierre de este centro, al igual que el de todas las empresas pertenecientes al Grupo Dibea, se produjo a principios de semana sin previo aviso a sus clientes. La única explicación que ofrece Ideal aparece en su página web, en la que «la dirección» expresa que «debido a la situación económica que llevamos atravesando desde la pandemia, […] nos vemos legalmente obligados a proceder al cierre de nuestros centros propios».
Aunque en este comunicado la empresa exprese que «estamos en proceso de negociación para la redirección de los clientes con tratamientos pendientes», estas declaraciones se contradicen con lo que afirman clientes como Jaime Muñoz.
Muñoz denuncia que, pese a que el centro lleva casi una semana cerrado, ha sido este viernes cuando ha recibido un SMS de parte de la empresa comunicando su cierre y sin ofrecer ninguna solución.
«No tienen correo electrónico, no responden al teléfono, el único enlace que mandan redirige al comunicado, e incluso la persona con la que hablaba por WhatsApp para las sesiones se ha quitado el icono de la empresa», explica.
Jaime contrató en el mes de junio un bono de 17 sesiones con este centro por un valor de 500€. La semana próxima habría tenido la cuarta sesión, la cuál se la recordó la propia empresa mediante un mensaje.
Aún así, reconoce que demostrar su relación con este centro será una tarea complicada, ya que «no daban recibos» y todo lo que tiene son los registros de los pagos en su cuenta y las conversaciones en Whatsapp con los trabajadores del centro.
También afirma que la empresa tampoco se ha puesto en contacto con él para esa redirección de los clientes que Ideal anuncia en su comunicado. Por todo ello, se plantea denunciar la situación en Consumo.
Recomendaciones de Organizaciones
Organizaciones en defensa de los derechos del consumidor como OCU y Facua recuerdan que hay jurisprudencia a favor de los clientes en casos similares y que las empresas tienen la obligación «de cumplir con los compromisos que adquirió». Pero, al no existir ya esta empresa, tienen derecho a que se les abone el importe proporcional al tratamiento no recibido.
Estas organizaciones también han recordado los pasos a seguir en este tipo de casos: recopilar toda la información relevante sobre el servicio (contratos, recibos, correos electrónicos, SMS, mensajería instantánea…); con esta información, ponerse en contacto con la clínica, exigir el cumplimiento del servicio y, en caso negativo, formular una reclamación; y, por último, una vez hecho esto, acudir a los Servicios de Consumo y reclamar los perjuicios ocasionados (pérdida del dinero, servicio sin terminar…).