El 30,3% de los parados de Castilla-La Mancha ya lo son de larga duración

Hay en la región 44.500 demandantes desde hace al menos dos años.

The Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, presenta una nueva entrega del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo que, semestralmente desde hace diez años, profundiza en el grado de satisfacción de los trabajadores castellanomanchegos, así como en las oportunidades laborales del mercado de trabajo de Castilla-La Mancha. 

Para la realización del informe se toman en consideración cinco áreas fundamentales en el entorno laboral de las personas como son la remuneración, la seguridad laboral, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, la conciliación entre la vida personal y la profesional y la conflictividad laboral. En total, se analizan 16 subvariables diferentes[1].

En esta segunda entrega semestral del Monitor Adecco para Castilla-La Mancha nos centramos en los apartados de seguridad en el empleo  y conflictividad laboral[2].

La primera conclusión relevante del informe hace referencia al aumento en la proporción del número de parados de larga duración, que ya representan el 30,3% del total de desempleados de la autonomía. Un problema que, en palabras de Javier Blasco, director del Adecco Group Institute, “responde normalmente, bien a colectivos de todas las edades y con escasa cualificación y por ello difícil inserción, bien a prejuicios sobre el potencial del candidato senior, independientemente de su cualificación, o bien a territorios con bajas tasas de desempleo donde existen bolsas de paro “estructural”, que incluso pueden ser ajenos a la búsqueda activa de empleo”.

“Nuestro mercado de trabajo necesita responder a retos como  la prolongación de la vida laboral y el necesario envejecimiento activo,  la necesidad de recualificación constante para alcanzar niveles de capacitación, productividad y retribuciones mejores que los actuales, la mejora de la oferta formativa en clave de flexibilidad, practicidad, empleabilidad y -cada vez más- foco en las competencias por encima de las titulaciones o conocimientos técnicos, en entornos, la mejora del asesoramiento a estudiantes, desempleados y personas trabajadoras para una adecuada orientación continua en la carrera por la empleabilidad y enriquecimiento personal y profesional, y la necesaria colaboración público privada que sume todos los recursos posibles para superar el ya endémico panorama de nuestro mercado de trabajo”, continúa Blasco.

“Deben  analizarse, programarse, y medir en su implantación, las medidas que aseguren el adecuado asesoramiento, la gestión de las transiciones, la orientación hacia sectores más competitivos, así como otras medidas que faciliten un mercado más inclusivo y competitivo (diversidad, opciones de movilidad, flexibilidad, trabajo en remoto, etc.), donde se favorezca la movilidad deseada entre sectores y profesiones, a través de la recualificación de las personas, lo que generará alzas salariales y carreras más resilientes ante los continuos cambios y demandas del mercado”, concluye el director del Adecco Group Institute.

Seguridad en el empleo: más paro de larga duración

El Monitor Adecco trata el concepto de “Seguridad en el empleo” en un sentido amplio. Por eso, no solo comprende la siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, la magnitud del paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo una vez que se ha perdido. Destacamos por su importancia tres en el presente trimestre.

Crece la proporción de parados de larga duración, pero también la cobertura de desempleo

En toda España, por quinto trimestre consecutivo, crece el número de parados de larga duración (aquellos que buscan empleo sin conseguirlo desde hace al menos dos años). Sin embargo, al mismo tiempo, el colectivo de desocupados de corta duración se ha reducido, permitiendo que el número total de personas sin empleo haya seguido descendiendo. En todo caso, es destacable que desde 2014 no se producían cinco trimestres consecutivos con aumentos en el número de parados de larga duración.

Mientras el número total de parados en España es de 2,92 millones (624.400 menos que un año antes), en el trimestre analizado se cuentan 954.400 desocupados de larga duración (16.600 más que hace un año). Como proporción del total de personas sin empleo, considerando la media de los últimos cuatro trimestres -dato que analiza el Monitor Adecco-, los parados de larga duración equivalen al 30% del total, 5,6 puntos porcentuales más que en el segundo trimestre de 2021 y la mayor proporción desde 2019.

Lo mismo ocurrió a nivel autonómico. Todas las autonomías han visto aumentar su proporción de parados de larga duración. Diez comunidades replican la dinámica general, con un aumento en la cantidad de parados de larga duración, simultáneo a un retroceso en el paro de corto plazo. En todas las demás se han reducido ambos grupos de parados, aunque en menor medida el de parados de larga duración (de ahí que crezca la proporción de parados de larga duración dentro del total).

Castilla-La Mancha imita la dinámica general, con un aumento de 600 parados de larga duración y una disminución de 24.500 desocupados de corta duración. Se cuenta ahora en esta región un total de 142.900 desocupados, de los cuales 44.500 están en tal situación desde hace al menos dos años. Aunque muestra un incremento, Castilla y León es la autonomía donde menos crece la proporción de parados de larga duración (+0,8 p.p.), junto a Castilla-La Mancha (30,3%).

En el conjunto de España, un 66,2% de los parados está cobrando una prestación por desempleo, que es una proporción un punto porcentual más alta que la de un año antes. Sin embargo, no ha sido uniforme el aumento de esta cobertura. De hecho, ocho autonomías muestran una reducción en la proporción de parados que cobra una prestación por desempleo. Eso ha derivado en que se amplíen las diferencias entre comunidades en este terreno.

Castilla-La Mancha se cuenta entre las regiones donde la cobertura por desempleo ha aumentado, concretamente 1,3 puntos porcentuales, que ha llevado a esta variable hasta el 61,6%. En otras palabras, 6 de cada 10 personas en paro en la autonomía castellanomanchega están cubiertos por una prestación por desempleo.

Más siniestralidad laboral

La siniestralidad laboral continúa su tendencia ascendente iniciada en 2014, habiendo dejado atrás la pausa de 2020 como consecuencia de las restricciones a la actividad económica para intentar combatir la pandemia. En el segundo trimestre de 2022 en España, de media, se ha producido un incremento interanual de un 11,6%, que eleva la siniestralidad hasta 66,6 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados. Es el dato más alto desde marzo de 2020. La siniestralidad laboral lleva cuatro trimestres consecutivos aumentando en todas las comunidades autónomas al mismo tiempo, cosa que no ocurría, al menos, desde el año 2000.

En Castilla-La Mancha también está creciendo la siniestralidad laboral, aunque de forma más moderada que la media nacional en los últimos tres trimestres. En el trimestre bajo análisis se han contado en la autonomía 79,8 siniestros cada 10.000 ocupados (+3,5% interanual). Es el quinto dato más alto del conjunto de autonomías.

Conflictividad laboral

A nivel nacional, el número de huelgas se ha incrementado ligeramente, elevando la media nacional hasta 11,8 conflictos cada 100.000 empresas, lo que es un 0,6% más que en el segundo trimestre de 2021. En la práctica, esta variable está estabilizada desde hace cinco trimestres en torno a 12 huelgas por trimestre cada 100.000 firmas. Es una cantidad menor que, por ejemplo, las 16,8 huelgas de 2019 o las casi 14 de 2017 y 2018, para referirnos a años recientes.

Sin embargo, la cantidad de conflictos ha aumentado en 14 autonomías. En Castilla-La Mancha, el número de huelgas ha aumentado un 15,6% interanual, llegando a 5,4 conflictos cada 100.000 empresas.

La cantidad de trabajadores participantes en huelgas, que venía de crecer cuatro trimestres seguidos, en el segundo trimestre ha disminuido un 13,1% interanual en la media española. Una mayor cantidad de huelgas junto con una reducción de los participantes en las mismas sugiere que, de media, cada conflicto ha tenido un seguimiento menor. En el segundo trimestre de 2022 se han contado 28,7 huelguistas cada 10.000 ocupados.

El número de huelguistas se ha reducido en nueve comunidades autónomas y aumentado en las ocho autonomías restantes. Castilla-La Mancha se cuenta entre las primeras, con una reducción interanual de un 1,8%, que ha llevado esta variable a 9,1 huelguistas cada 10.000 ocupados. Aunque es el menor descenso regional, ha resultado suficiente para haber pasado a ser la tercera autonomía con menor participación en huelgas. Una reducción del número de huelguistas simultánea a una caída en la cantidad de conflictos sugiere que, en Castilla-La Mancha, cada huelga ha tenido, de media, un seguimiento menor.

Solo hay tres autonomías con menos de 10 huelguistas por cada 10.000 ocupados y Castilla-La Mancha es una de ellas.