Los casinos online hace ya tiempo que superaron en popularidad —o, al menos, en número de apostadores— a los casinos físicos. ¿Quién lo hubiera supuesto hace tan solo veinte años, cuando unos pocos operadores virtuales empezaban a dar sus primeros pasos?
Ahora bien, nada ni nadie puede arrebatarles su glamur a los casinos físicos: la interacción entre personas bien vestidas, el tacto del fieltro de los tapetes en las mesas de naipes, esos olores que nos evocan lujos pasados…
Pero, vamos a dejarnos de romanticismos y pasemos a analizar cómo les está yendo a los casinos físicos y en qué posición están respecto a los casinos online.
Las apuestas online, disparadas en los dos últimos años
Los acontecimientos de los dos últimos años han conducido a una popularización sin precedentes de los casinos en línea. Hay estudios que apuntan a un crecimiento anual de hasta el 13,7 % del juego online, alcanzando la cifra récord de 851 millones de euros.
Las modalidades que más contribuyeron a este aumento de los ingresos —lo que se conoce en el sector como margen bruto por recaudaciones o GGR, por sus siglas en inglés— fueron las apuestas deportivas, las slots, la ruleta en vivo y el póker.
No hay duda de que los casinos online tienen numerosas ventajas, y de que muchas personas, que quizá nunca antes se habían planteado probarlos, los han descubierto en los últimos tiempos: disponibilidad, comodidad, promociones…
Casinos tradicionales en crisis
En España, a partir de la crisis económica de 2008, los datos revelaron que el sector del juego tradicional —o sea, presencial— empezaba a caer en picado. Los motivos son evidentes: sus usuarios ocasionales ya no podían permitirse el lujo de invertir o de perder dinero en un casino.
Esa fue la primera estocada, pero, por otro lado, también fue en esos años cuando empezaron a hacerse más y más populares los casinos en línea. Poco a poco, la tecnología detrás de estos establecimientos virtuales se iba desarrollando e iba siendo capaz de atraer a más usuarios que antes.
El último envite han sido los teléfonos inteligentes. Hoy en día, ya en la tercera década del siglo xxi, todos tenemos uno al alcance de la mano en todo momento: un aparato siempre conectado a internet y que nos ofrece unas prestaciones en cuanto a gráficos y sonido tan buenas o mejores incluso que las de un ordenador.
Los países que más apuestan
Puede que te preguntes qué países con los más apostadores del mundo, tanto a nivel físico como online, y la respuesta a esta pregunta podría sorprenderte, ¡porque no son los que te esperas!
Por ejemplo, Australia es uno de los países en los que mayor afición hay a las casas de apuestas deportivas, y el sector genera unos 19.000 millones de dólares al año. ¿Por qué? Porque tanto los casinos tradicionales como los virtuales son legales en todo el territorio del país.
Reino Unido también cuenta con numerosos casinos presenciales y los británicos son unos auténticos fanáticos de las máquinas tragaperras. La actividad de los casinos genera unos 20.000 millones de dólares al año, de los que un 40 % proceden del juego online.
Aunque las apuestas son ilegales en China, Macao —la única región del país en la que las apuestas están permitidas— se considera actualmente como la capital de los juegos de azar, ¡por encima incluso de Las Vegas!
Lo virtual llevado a un nuevo nivel
Más allá de las distintas crisis económicas que han puesto al sector de los casinos físicos contra las cuerdas, a estas alturas de la película nadie cuestiona que los avances tecnológicos también han tenido mucho que ver.
Antes mencionamos la fecha de 2008 como punto de inflexión, por un lado por la crisis que afectó al mundo entero, pero también porque fue a partir de esos años cuando los desarrolladores de juegos empezaron a hacer auténticas virguerías.
Los juegos con realidad virtual ya son una realidad. Por ejemplo, podemos disfrutar del superpopular Starburst con unas gafas de realidad virtual y sentirnos como si estuviésemos dentro del escenario del juego. Nada que envidiarle a una sesión física de tragaperras, ¡al contrario!
Y los casinos en vivo, con sus streaming en tiempo real y sin interrupciones, sus crupieres de carne y hueso y la interacción tanto con el crupier como con el resto de participantes en la mesa a través del chat en vivo, ¿lo hubiésemos creído posible hace tan solo unos años?
¿Por qué elegir?
He ahí la cuestión, ¿por qué habríamos de decantarnos por una modalidad u otra, cuando podemos tener las dos? Está claro que los casinos tradicionales tienen sus cosas buenas y que hay aspectos en los que los virtuales —puedes echar un vistazo a los mejores casinos online aquí— jamás podrán superarlos.
La buena noticia es que muchos casinos físicos de primer nivel, como puede ser el Casino Gran Madrid —del que nos atreveríamos a decir que es el más emblemático de la capital española—, se han lanzado al mundo virtual y ya ofrecen su propio casino en línea, sin desatender su casino físico «de toda la vida». Así que, ¿por qué elegir?