“Lo peor fue ver coches arrastrados por el agua con gente dentro gritando y no poder hacer nada”

Entrevista con Carlos Saiz, vecino de Torrent.

Carlos Saiz es un torrentino de 32 años con orígenes en la provincia de Cuenca, y más concretamente en Villaverde y Pasaconsol, localidad en la que nació su padre y con la que él mantiene una fuerte vinculación. Carlos vivió en primera persona el drama de las riadas de la semana pasada, no sólo como vecino de Torrent sino en su condición de empleado municipal, por lo que estuvo en primera línea trabajando en favor de sus vecinos que lo habían perdido todo. Quedó fuertemente impresionado por lo sucedido y, de hecho, afirma que esta es, sin duda, la experiencia más dura de su vida. En esta conversación con Voces de Cuenca nos relata como vivió esas dramáticas horas, cómo están afrontado en su pueblo las tareas de limpieza y reconstrucción y el enorme agradecimiento que sienten ante la avalancha de solidaridad que ha mostrado toda España en estos momentos tan difíciles para ellos.

– ¿Carlos, qué relación tienes con la provincia de Cuenca?

Yo soy nacido en Torrent, pero mi padre es de Villaverde y Pasaconsol. Tengo mucha relación con Cuenca, es mi segunda casa, suelo ir una o dos veces al mes al pueblo y me gusta recorrer los parajes de la serranía y de toda la provincia. No he perdido nunca el contacto, tengo 32 años y desde que recuerdo todos mis veranos los he pasado en el pueblo.

– ¿A qué te dedicas, Carlos?

Trabajo en el Ayuntamiento de Torrent como asesor de la alcaldía.

– ¿Cómo fue el día de la riada, porque además vosotros en Valencia estáis bastante acostumbrados a las gotas frías?

Aquí estamos acostumbrados en otoño a lo que ahora llaman DANAS, pero de esta magnitud nunca, incluso hablando con los más ancianos nos dicen que no recuerdan algo semejante. En cuanto al día de la riada, más o menos a las 10 de la mañana nos avisaron de que había una alerta roja en Torrent y lo primero que se hizo fue una reunión del equipo de gobierno municipal con los técnicos municipales en la que se decretó el cierre de todos los colegios y la suspensión de toda la actividad municipal, lo que luego se demostró que salvó muchas vidas porque se evitó que mucha gente tuviera que recoger a los niños al salir de clase o de las actividades extraescolares y cuando vino la riada ya estuvieran en sus casas.

– ¿Cuándo llegó la riada a Torrent?

Aquí no llovió prácticamente nada en todo el día, el agua vino desde las poblaciones que están aguas arriba. Fuimos conscientes de la riada cuando sobre las 6 ó 7 de la tarde estábamos en el Ayuntamiento y pensamos salir a dar una vuelta para ver cómo estaba la situación, porque en el pueblo tenemos un casco urbano y luego urbanizaciones, que llamamos diseminados, que son casas dispersas por todo el término municipal. Para acceder a esas zonas hay caminos que pasan por medio de un barranco que separa el pueblo de un polígono industrial y cuando llueve controlamos esos vados inundables para ver cómo están. Cuando íbamos a salir no llovía casi, pero nos empezaron a mandar videos del barranco, que tiene unos 7 u 8 metros de altura, que ya estaba desbordado.

– ¿Vosotros esperabais esto?

No, porque allí no llovía, teníamos la alerta roja pero no estaba lloviendo, nos dimos cuenta de lo que pasaba cuando empezamos a recibir vídeos en los que se veía el barranco desbordado. Acudimos a ese punto, donde hay un paso peatonal, y cuando llegamos el agua estaba por encima del barranco y el agua se había llevado el paso peatonal. En ese momento la policía local ya estaba pasando por las calles avisando por megáfonos para que se abandonaran las casas y el borde del barranco. Luego fuimos a otro barrio, que es de los más afectados dentro del casco urbano, y ahí pasaba lo mismo, el barranco se había desbordado y el agua estaba entrando en algunas calles.

– ¿Ahí el agua estaba ya entrando en las casas?

Sí, ya estaba entrando en las plantas bajas y en algunos primeros pisos que están a la altura del barranco, lo que pasa es que allí ya había pasado la policía local avisando de que se desalojaran las viviendas, pero no sabemos si todo el mundo desalojó. A partir de ahí fue un no parar, fuimos a otra zona en la que hay un puente que está por encima del barranco que no está afectado, cruzamos al otro lado del barranco, que es donde están los diseminados, y ahí todo lo que eran las casas que estaban pegadas al barranco había desaparecido o tenían el agua hasta el techo. Ahí se consiguió sacar a todo el mundo salvo a una mujer mayor, que no pudo salir. Para acceder a ese diseminado hay otro barranco que cuando entramos al barrio no llevaba agua pero que la Policía Nacional nos avisó de que se estaba llenando. Salimos de allí y cinco minutos después ese otro barranco llevaba dos o tres metros de agua, lo que hizo que se nos quedaran incomunicados los policías nacionales.

“Aquí no llovió prácticamente nada en todo el día, el agua vino desde las poblaciones que están aguas arriba”

– Ahí el agua ya iba arrasando todo lo que pillaba.

Sí, toda el agua venía de arriba, de Chiva, de Utiel y de otros pueblos. El barranco iba lleno de agua con vehículos de todo tipo, camiones incluso, y, lo más duro, había vehículos con las luces encendidas y gente dentro chillando, pero era imposible ayudarlos porque el agua iba con una fuerza sobrehumana.

– ¿Tú eso lo viviste en primera persona?

Sí, yo estaba dentro del operativo del Ayuntamiento. Fuimos a comprobar los vados inundables pero fue imposible, sólo pudimos llegar a cuatro o cinco zonas, porque ya había muchos sitios incomunicados. En ese mismo momento, sobre las 9 de la noche, se preparó un polideportivo para que la gente que había tenido que salir de sus casas pudiera pasar la noche. 

– ¿Cuánta gente estaba evacuada?

Esa primera noche se alojó a unas 800 personas en el polideportivo.

– Entonces todavía no teníais hecha una estimación de los que no habían podido salir de las casas.

No, porque todo fue muy precipitado y hubo zonas a las que no se pudo llegar ni avisar. Fue muy duro, fuimos a un barrio, en el que casi nos quedamos nosotros incomunicados, en el que los vecinos nos dijeron que habían salido todos menos una señora mayor que tenía la casa anegada. A día de hoy tampoco tenemos datos oficiales de los fallecidos en Torrent.

– ¿Pero sí que ha habido muertos?

Sí, nos consta que ha fallecido gente, pero datos oficiales no podemos dar porque no se nos ha facilitado todavía. Hay que decir que Torrent, a diferencia de otras poblaciones como Catarroja, Paiporta, Picaña, Sedaví, tiene el casco urbano intacto, son las calles adyacentes al barranco las que están afectadas, pero no el casco urbano propiamente dicho.

– Porque, para quien no lo sepa, Torrent es una ciudad grande.

Sí, tenemos 91.000 habitantes oficiales a día de hoy y gracias a Dios no tenemos afectado el casco urbano, tal y como ha ocurrido con otras poblaciones como las que te he nombrado.

– ¿Hasta cuándo duró la riada? ¿Empezó a llover más tarde o siguió sin llover?

Llovió, pero no torrencialmente en ningún momento y durante la noche no llovió. Estuvimos toda la noche en vela yendo al polideportivo para atender a las personas porque a las zonas afectadas no se podía acceder, y a día de hoy aún sigue corriendo el agua en algunos tramos del barranco, aunque ya mucha menos.

– ¿Esos barrancos de los que me has hablado hasta cuando estuvieron desbordados?

La mañana del miércoles ya bajó el agua, incluso la noche anterior ya empezó a bajar, pero no se podía acceder a algunas zonas, e incluso ahora mismo hay zonas a las que sólo pueden acceder vehículos 4×4 y entrando por caminos muy enrevesados. Desde el primer día están trabajando las brigadas municipales, el ejército, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para reabrir los caminos y conectar todas las zonas, pero a día de hoy todavía hay dificultadas serias para llegar a algunas.

– Me gustaría que me contaras tu experiencia personal. ¿Cómo viviste tú todo este proceso y cómo te diste cuenta de la magnitud de la tragedia en localidades muy cercanas a Torrent?

Yo tengo una hermana que vive en Catarroja y ese día estaba trabajando en Valencia ciudad. Cuando acabó su turno quería ir a su pueblo, pero le dijimos que bajo ningún concepto lo hiciera y hasta el viernes no pudo acceder a Catarroja, y eso dejando su coche en Torrent y llevándola nosotros hasta el principio del pueblo, porque Catarroja era todo un barrizal.

“Nos consta que ha fallecido gente, pero datos oficiales no podemos dar porque no se nos ha facilitado todavía”

– Porque Torrent está al lado de todas las localidades que más afectadas se han visto.

Sí, por ejemplo de Catarroja estamos a cinco minutos por autovía, y del resto a un paso también.

– ¿Qué pensaste cuando te ibas enterando de lo que estaba pasando en toda la comarca?

Fueron momentos muy duros, la experiencia más dura de mi vida. Ver zonas del barranco donde lo máximo que yo había visto era un hilo agua con 6 ó 7 metros de altura fue tremendo. Y lo más duro fue ver vehículos arrastrados por el agua, con las luces encendidas y con gente dentro chillando sin poder hacer nada por ellos. También fue muy duro cuando la noche del martes la gente iba llegando al pabellón sabiendo que lo habían perdido todo, hay a quien el agua les ha anegado la casa pero hay otros que sus casas han desaparecido, no queda nada, sólo el suelo. Luego, conforme hemos ido yendo a urbanizaciones y atendiendo a gente escuchas situaciones muy complicadas. Pero para mí lo más duro fue oir a la gente, porque era de noche y no se les veía, chillando dentro de los coches que se llevaba la riada.

– Mucha impotencia, supongo.

Sí, totalmente, una enorme impotencia de no poder estar haciendo más, pero el agua venía con una fuerza bestial arrastrando camiones, coches, de todo, algo sobrecogedor.

– Además se habla de que fue algo súbito, muy rápido, que pilló a todo el mundo por sorpresa.

Sí, fue todo de golpe.

– Se ha hablado mucho de si funcionaron las alertas. ¿Qué nos puedes contar de esto?

Nosotros a las 10 de la mañana se nos informa de que hay una alerta roja por DANA en Torrent y se tomaron las medidas de cerrar colegios y suspender toda la actividad municipal. En cuanto a las alertas a los móviles, la primera llegó sobre las siete y media.

– ¿Una vez que se estabiliza la situación cómo estáis viviendo los días posteriores a la riada?

Para entrar a Torrent hay que pasar por varios puentes que sí que están afectados. El miércoles por la mañana sólo había uno transitable, pero conforme han ido pasando los días se han ido abriendo otros. Hay arterias principales como la A-7 que sigue afectada por donde pasaba el barranco del Poyo. La autovía que nos conecta con Valencia también tiene algún puente afectado, el metro que nos conecta con Valencia ya no existe y algunas pasarelas peatonales tampoco, o sea que ha habido daños muy importantes. 

– ¿Cómo están siendo las labores de limpieza?

Desde el primer momento las brigadas municipales han estado trabajando para recuperar las vías de comunicación y los caminos, se ha echado arena y zahorra para que se pudieran transitar, pero la reconstrucción va a llevar mucho tiempo, eso está claro, porque se han perdido muchas cosas. 

– ¿Las primeras necesidades las tenéis cubiertas?

Sí, estuvimos sin telefonía ni internet al principio, pero al día siguientes se recuperaron. Hay torres de electricidad que tienen que reponer y hay zonas que están sin agua todavía, pero desde el primer día se está suministrando agua y productos de primera necesidad.

Carlos Saiz

– ¿Estáis recibiendo ayuda tanto humana como material?

Afortunadamente somos un gran país, aunque a veces nos critiquemos a nosotros mismos, y desde el primer día hemos tenido voluntarios para ayudar en lo que hiciera falta y la solidaridad ha sido brutal. Yo estoy en un polideportivo en el que estamos recibiendo todas las donaciones, no paran de llegar trailers con agua, con comida, con ropa, con productos para niños. Hay más de cien voluntarios y el fin de semana llegamos casi a los mil. En el polideportivo hemos tenido que sacar palets fuera porque ya no podíamos asumir todo lo que nos estaba llegando, la gente se ha volcado extraordinariamente, dentro de lo malo es una alegría ver cómo la gente está colaborando con nosotros.

– ¿Estáis recuperando la normalidad en cuanto al trabajo diario, comercios, hostelería, etc…?

Sí, porque afortunadamente el agua no entró en el casco urbano y la afectación a negocios en el pueblo ha sido mínima. Donde sí ha habido afectación es el polígono industrial que está al lado del barranco, ahí hay empresas y naves industriales a las que le ha afectado mucho la riada y lo han perdido todo.

– Me gustaría que me describieras el ambiente que se está viviendo en toda la comarca después de ver cómo en un día se han perdido tantas vidas humanas y tantos bienes materiales.

Al principio mucha incredulidad, porque lo que tenías en cinco minutos ha desaparecido y donde ha habido víctimas ya ni te cuento, porque la crecida fue súbita, nosotros vivimos un momento en que una grúa municipal estaba sacando un vehículo y el agua en cuestión de 5 ó 6 segundos subió dos metros de altura. Luego resignación y consternación por lo que estaba pasando. También ha habido indignación por el tema de los avisos, todo se puede mejorar, pero yo creo que desde todas las administraciones se ha actuado intentando hacer lo mejor posible.

– ¿Y a partir de ahora qué, cómo afrontáis el futuro más inmediato?

Los valencianos somos un pueblo muy trabajador, acostumbrado a doblar el lomo, así que ya estamos pensando en la reconstrucción, primero a limpiar y luego a reconstruir. Y sobre todo estamos muy agradecidos por la ayuda y la solidaridad que ha mostrado toda España. En concreto de Cuenca hemos recibido mucha ayuda, el lunes vino un camión lleno de agua de Las Pedroñeras, otro de San Clemente, gente que está dando todo lo que tienen por nosotros, así que estamos muy agradecidos y nunca podremos pagar la ayuda que estamos recibiendo. A partir de ahora a reconstruir y centrados en recuperar la normalidad, que tardará pero llegará. Y yo personalmente deseando ir en cuanto pueda a Villaverde y Pasaconsol, que tengo muchas ganas.