Ana Belén Galarzo es psicóloga y ha estado en La Palma ayudando a los ‘ayudantes’ con el programa de Cruz Roja Cuenca para asistencia en emergencias. Esta jienense de nacimiento y conquense de adopción ha permanecido diez días en La Palma durante el mes de noviembre y su labor ha consistido, junto a un equipo de psícólogos, en una intervención de ‘ventilación emocional’ a los equipos de emergencia que están trabajando sobre el terreno desde el minuto uno.
«Hemos intervenido en sesiones grupales a equipos de emergencias que eran todos vecinos de La Palma. Es una labor que tienen que hacer psicólogos de fuera que no estén directamente implicados», señala Galarzo. ¿El resultado? «Nos hemos encontrado de todo. Lo que más había eran personas con mucha sensación de impotencia, frustración o tristeza por todo lo que está pasando. No saben cuándo va a terminar la erupción. Es una emergencia que no había sucedido antes, a la que nadie se había enfrentado hasta el momento y es muy diferente a lo que estaban acostumbrados la mayoría de las personas que atendimos. Aunque muchos eran bomberos, acostumbrados a otro tipo de situaciones que también son duras, pero esto ha sido diferente porque ha habido mucho contacto humano con personas que han perdido casas o propiedades. Enfrentarse con personas a situaciones tan fuertes ha sido algo nuevo, desconcertante y muy duro».
La psicóloga de Cruz Roja Cuenca asegura que «lo que más huella me ha dejado es la sensación de que la vida te puede cambiar de un momento a otro. Puedes pasar en un momento de tenerlo todo a no tener nada y cambiar tu vida totalmente. También te das cuenta de que la gente está colaborando un montón, siendo súper solidarios, ayudando unos a otros…hay que quedarse con esa parte positiva que también es real. Al final, somos capaces de salir adelante sea cual sea la situación».
Ana Belén estuvo trabajando en El Paso, con el volcán justo enfrente. «Estar al lado del volcán me impresionó muchísimo. Lo estás siguiendo a diario en los medios de comunicación pero cuando estás allí es una sensación completamente diferente con terremotos continuos, la ceniza, los gases…es muy fuerte. Es que no desconectas. El volcán está ahí continuamente haciendo ruido, expulsando lava…», asegura.
Galarzo ejerce de forma habitual su labor como psicóloga en el programa de refugiados de Cruz Roja Cuenca. «¿Qué situación es más dura? No sabría decirte. Ambas situacione son muy duras, cada una de una manera».