La prudencia y la incertidumbre reinan en las cabezas de los españoles a la hora de reservar sus vacaciones o sus escapadas. Pese a los rincones maravillosos que existen en Cuenca, el turismo de interior no es el más solicitado en estas fechas, y meses como julio la provincia conquense sufre mucho.
El presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo, José Manuel Abascal, ha dado gran importancia a la cancelación de las oposiciones en este mes de julio, que “es el peor del verano”, para la llegada de gente de otras provincias a los alojamientos de la zona. Este aspecto suele ser muy notorio dentro de un periodo donde “la gente prefiere playa” y donde la cancelación de eventos también ha perjudicado al turismo.
Haciendo la comparación con el turismo que se contabilizaba el año pasado a estas alturas, el máximo cargo en hostelería y turismo de la provincia de Cuenca ha asegurado que la provincia ha notado una “bajada” en las reservas de los hoteles y hostales, pero también ha incidido en que están “a la espera de datos oficiales”. A su vez, ha hecho hincapié en que muchos alojamientos permanecen cerrados y eso agrava aún más la mala situación.
En lo referido a la vuelta a la normalidad, Abascal asegura que está siendo “un proceso lento”, ya que la concienciación sobre el coronavirus en las cabezas de cada persona puede ir desde la absoluta prudencia hasta la concepción normal del periodo estival. También ha añadido que para facilitar las cosas, a la hora de tramitar las reservas de los turistas, “la gran mayoría de alojamientos facilitan los temas de la cancelación”.
El presidente de la Agrupación provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca ha dicho que por ejemplo las excursiones y las escapadas que se organizaban para personas mayores se han cancelado casi todas por prudencia algo que también ha afectado a la inyección económica del turismo interior en toda la zona conquense.