José Ramón Abarca Domínguez es Ingeniero Técnico Agrícola por la Universidad de Sevilla, Máster en Gestión del Territorio y Medio Ambiente por la Universidad Pablo de Olavide y conquense de pura cepa. A sus 39 años, en los que ha trabajado tanto en España como a nivel internacional, es Responsable de la Zona Sur para la empresa burgalesa Green Mowers, distribuidora de equipamiento, de maquinaria y coches eléctricos para instalaciones deportivas. Cuenta en su curriculum con haber dirigido el mantenimiento de Cuenca Golf Club, el más importante de nuestra provincia, y del prestigioso Real Club de Golf Vista Hermosa. Su experiencia en competiciones de alto nivel como la Copa África de Naciones de fútbol en Guinea Ecuatorial en 2012 o el Open de España de golf en 2016 en Valderrama, le han guiado hasta un gran nuevo proyecto en la Costa del Sol en este 2023. El club de golf Finca Cortesín, en Casares (Málaga), acoge la Solheim Cup, el torneo de golf femenino más importante a nivel mundial, en el que participará tanto en el equipo agronómico encargado de presentar un césped de alto nivel, como realizando labores logísticas y de coordinación con su empresa.
¿Cuál es la labor de un Greenkeeper en un torneo de golf?
El Greenkeeper es el responsable de gestionar un grupo de profesionales, máquinas y otros recursos, para que los estándares de calidad exigidos en un torneo de golf se mantengan durante los días en que se celebre. La mayor parte de éstos se alcanzan días antes, e incluso varias semanas por adelantado, pero en este torneo la exigencia es máxima, teniendo en cuenta que es televisado para millones de personas en el mundo. También es responsabilidad del greenKeeper facilitar toda la información necesaria tanto al club como a los responsables de organización del torneo para una buena coordinación y así evitar imprevistos.
-¿Cuál es el césped más apropiado y la preparación necesaria para un torneo de máximo nivel como la Solheim Cup?
Existen muchas especies diferentes de césped para usar en campos deportivos, pero las elegidas para formar parte de cualquier instalación deben ser las que mejor se adapten a las condiciones ambientales del lugar, y que por supuesto sean capaces de ofrecer la jugabilidad buscada, lo que incluye el comportamiento de la bola sobre la superficie. Que un torneo del prestigio de la Solheim Cup pueda celebrarse en Finca Cortesín este año no es debido a la especie existente en el campo (bermuda), sino al nivel de mantenimiento llevado a cabo por los profesionales del club, con Ignacio Soto al frente del equipo de agronomía.
-¿Cuáles son las principales características del césped de un campo de golf para poder decir que es un campo ”premium”?
Los estándares que buscamos en el césped de un campo de golf de alta calidad son, entre otros: buena resistencia al pisoteo, generalmente de color verde oscuro, creador de buena densidad, capacidad alta de recuperación tras daños, resistencia a la sequía, salinidad y condiciones de estrés del invierno, que soporte la presión de plagas, enfermedades y malas hierbas, capaz de aceptar el agua no potable con que se riega… una gran cantidad de parámetros a tener en cuenta, que normalmente no son conocidos ni visibles por el gran público.
-¿Cuál es el impacto en materia turística que puede tener un torneo de golf del máximo nivel?
El turista de golf se diferencia del habitual en que suele estar dispuesto a gastar una cantidad mínima de unos 250€ diarios entre juego, alojamiento, transporte, restauración y otras formas de ocio. En un torneo como la Solheim Cup, que atrae a decenas de miles de personas de todo el mundo, el incremento en beneficios de la región a la que acuden se convierte en exponencial durante las semanas previas y la del torneo.
– Estamos inmersos en un periodo de sequía, escasas precipitaciones… ¿Cómo encaja esto con las necesidades hídricas que requiere un campo de golf, que se supone que son elevadas?
En las últimas décadas, el sector más consciente de la necesidad de agua es el de la agricultura, con lo que los responsables de agronomía de cualquier club de golf, fútbol, rugby u otros, están concienciados con la necesidad de aportar únicamente el agua indispensable para la supervivencia de las plantas. Volvemos a recordar que los campos de golf se riegan con agua no potable, la misma que se va por el fregadero o el WC tras ser usada, por lo que no suponen un problema para el consumo de la población. Es por esto que, a veces, los jugadores deben soportar malos olores durante una partida.
-¿Se tiene en cuenta la sostenibilidad en la construcción-mantenimiento de un campo de golf o es un concepto que figura en segundo o tercer plano?
Vivimos en un mundo con recursos limitados, por lo que es fundamental realizar un buen control en el consumo de materiales a la hora de construir o mantener una instalación deportiva, tanto de primer nivel como con bajo presupuesto. En el diseño inicial del campo de golf ya se tienen en cuenta las zonas que no tendrán mantenimiento y permanecerán salvajes o sin aporte de agua, solo la que llegue de forma natural a la región. En estos últimos años, además, la mayoría de las instalaciones deportivas van cambiando sus máquinas de combustión por otras eléctricas, que reducen el ruido y evitan derrames que pudieran ser perjudiciales para el césped. Esto permite que el golf pueda ser una actividad de ocio cada año para decenas de miles de españoles y españolas de todas las edades, de nietos a abuelos.
-¿Son elevados los requerimientos desde el punto de vista de las necesidades logísticas en este tipo de competiciones?
Para esta Solheim Cup, hablamos de más de 100 vehículos eléctricos para dar servicio tanto a la organización como a los equipos de Europa, Estados Unidos y Broadcasting (BBC, Sky, Gof Channel…). La recarga de baterías, limpieza y gestión debe estar bien sincronizada con los responsables del torneo para que la experiencia, tanto de los profesionales como de los asistentes al evento, sea única. Por ejemplo, Green Mowers que es proveedor de movilidad ha suministrado el 100% de los vehículos eléctricos, un total de 135 unidades. Esto nos da la idea de cómo se ha implantado el vehículo eléctrico en este tipo de grandes competiciones.
-Enseguida viene a la mente la típica imagen del vehículo para el transporte en los campos de golf. Parece el entorno adecuado para la propulsión eléctrica ¿Se va implantando este modelo?
Cuando comencé a trabajar en este sector, el 90 % de los vehículos eran de combustión. Ahora esa cifra se ha invertido a favor del eléctrico. Y no sólo eso, sino que el 100% de los vehículos aportados por Green Mowers para la Solheim Cup son de baterías de litio, evitando así las tradicionales baterías de ácido plomo. Esto nos ayuda a ver la concienciación de los profesionales del golf en cuidar el medio ambiente, aunque les suponga un aumento en la inversión en muchos casos.
-Dispone Cuenca de las condiciones adecuadas (temperatura, pluviometría, naturaleza del terreno, humedad…) para acoger un campo de golf de máximo nivel.
El nivel de mantenimiento va a depender casi siempre de la amplitud del presupuesto que tengamos para él. Es posible tener campos de alto standing incluso en el desierto, como puede verse en los países árabes. En la cantidad de recursos y su buena gestión está seguramente la clave de todo. Haber estado a cargo del mantenimiento en Cuenca Golf Club es algo que, a parte de una ilusión cumplida, nos dio la posibilidad de mejorar muchos parámetros con recursos limitados.
-¿Podría ser el turismo de golf, tan implantado en otras comunidades, un sector a desarrollar en la provincia de Cuenca?
En España no tenemos la cultura de golf que hay en otros países como Inglaterra, Escocia o Estados Unidos. Seguramente son necesarias más escuelas municipales para que siga aumentando el número de licencias en la provincia. Una solución que también favorece la práctica del golf es la existencia de campos rústicos, donde apenas se producen movimientos de tierra y el jugador puede experimentar la dificultad del juego en un entorno diferente, y normalmente a precio más asequible. Observar la gestión llevada cabo en provincias limítrofes, podría ayudar a aumentar el número de seguidores de este deporte en Cuenca.