María Vicente ha logrado completar el heptatlón en su primera participación en los Juegos Olímpicos. La atleta de origen conquense -nació en Hospitalet del Llobregat pero su madre es de Huélamo y lo visita con frecuencia desde niña- ha terminado la prueba combinada en el puesto 18º de la clasificación general con 6.617 puntos. Es la mejor marca española en una cita olímpica. Ha quedado a 674 puntos de la medalla de oro, la belga Nafissatou Thiam, que revalida el título de campeona conseguido en Río 2016. La segunda y tercera posición han correspondido respectivamente a las neerlandesas Anouk Vetter y Emma Oosterwegel.
La joven deportista, de 20 años, ha concluido la última de las pruebas, los 800 metros, con un tiempo de 2:16:99. Una notable actuación que le ha servido para resarcirse de su principal punto negro. En la jabalina marcaba esta madrugada (hora española) una más que discreta marca de 37.04 metros, un resultado que no dejaba nada satisfecha a Vicente hasta el punto de provocarle las lágrimas. La segunda jornada la había iniciado con un salto de 6,17 en longitud con el que mantenía las opciones de un diploma que no fue posible.
En la jornada previa había brillado en los 200 metros, donde fue más rápida al recorrerlos en 23.50 segundos. En 100 metros valla, la heptatleta serrana marcó un 13 segundos y 44 centésimas; en salto de altura un 1.77 metros y en lanzamiento de peso llegó hasta los 12,70.
Luces y sombras, alegrías y penas, de un esperanzador debut olímpico de una heptatleta en formación y progresi´´on que genera grandes expectativas para la cita de París 2024.